miércoles, 16 de enero de 2013

¿TIRANDO PIEDRAS SOBRE MI PROPIO TEJADO?


¿Habías visto ya esta imagen con la que encabezo la entrada? Probablemente sí. En Facebook, en Twitter, cien veces. Igual que yo.

¿Por qué sucede lo que se cuenta en el cartel? ¿Por qué la gente es incapaz de gastarse en una obra de arte una cantidad de dinero menor que la que gasta todos los días en un café? ¿Por qué paga ese café sin rechistar y, en cambio, no recompensa de ningún modo algo que ha costado más tiempo, más esfuerzo, que dura más?

Yo reflexiono sobre ello y me viene a la memoria un chiste que escuché en una película cuyo título ni siquiera recuerdo:

"¿Por qué los perros se lamen las pelotas? ... ... ... ¡¡Porque pueden!!"

En mi opinión, ahí está la respuesta. La gente consume gratis las canciones, las pelis, los libros... porque puede. Y sin embargo paga por el café porque no puede conseguirlo gratis.

Así de sencillo.

Bueno, quizá no tan sencillo. Yo diría que existen un montón de matices. Para empezar, eso de que el café "se prepara en unos minutos" habría que preguntárselo a las personas que lo cultivan, que trabajan la tierra, que empaquetan (probablemente en jornadas de muchas horas diarias) para que esos granos de café puedan llegar hasta nosotros.

Por otro lado, no es del todo cierto que no paguemos por las canciones o las pelis cuando nos las descargamos gratis. Estamos pagando la electricidad que hace posible tener el ordenador encendido, estamos pagando la conexión a internet... probablemente hayamos pagado por el disco duro externo, el pendrive, el dvd virgen o el cable que conecte el portátil a la tele.

¿Quién sabe? A lo mejor hasta cabe dentro de lo posible - y de lo irónico - que en última instancia el dinero que nos gastamos en descargar y consumir obras de arte vaya a parar a las mismas empresas a las que, según el cartel inicial, "le costó centavos" tu café.

Si a todo ello le añadimos un chorrito de "caso Megaupload" y dos gotitas del "asunto Series Yonkis", yo al menos llego a la conclusión de que el problema no radica en que la gente no paque por consumir arte, sino en que está pagando de manera inadecuada y a la gente "inadecuada".

No voy a opinar aquí sobre las posibles causas y soluciones de este tema, porque ya hablé sobre ello en su momento, en este otro post.

Si he regresado al tema, es porque últimamente me encuentro con mensajes (como el cartel del inicio) que me impulsan a reafirmarme en un par de conceptos que, si mal no recuerdo, ya resalté en el post anterior:

1- Es difícil convencer a la gente de que pague por tu obra cuando obtenerla ilegalmente es mucho más fácil que obtenerla de manera legal.

2- Insistimos demasiado en la vertiente moral del asunto. En vez de tratar a nuestro público potencial como clientes, como gente a la que deberíamos persuadir... lo tratamos como a delincuentes a los que hay que adoctrinar, a los que hay que convencer de que están haciendo algo malo.

Y a nadie le apetece que le vengan con el Vacaciones Santillana.

Para terminar el post, hablemos de mendigos: Tras mucho observar a pie de calle, he llegado a la conclusión de que la gente da limosna con más facilidad a los mendigos que, en lugar de lamentarse, dar pena, exhibir sus taras... se acercan con sonrisas, con buen rollo, haciendo bromas...

Reaccionamos mejor cuando nos hacen sentir felices, en lugar de hacernos sentir culpables. No sé si eso es "bueno" o "malo", no sé si habla bien o mal de nosotros como civilización o como especie... pero es la puta vida.

7 comentarios:

Manuel Martinez dijo...

Totalmente de acuerdo Juanjo. Cojonudamente bien expuesto.

Juanjo Ramírez dijo...


¡¡Gracias!! ;)

Pal dijo...

Muack.

Granpapasmurf dijo...

Entonces ¿Qué hacemos? ¿Esperamos a que la mentalidad por consumir cultura se limite a tener que pagar porque no queda otra? Es un planteamiento interesante el de los huevos del perro.

Juanjo Ramírez dijo...


Vete a saber. Tiempos inciertos estos!

Granpapasmurf dijo...

Yo creo q tienes razón, ha sido un problema de base. Los anuncios contra la piratería nos trataban de ladrones y en realidad es lo que planteas: se trata de que el mismo que ideo el anuncio (gobierno) es el mismo que facilita el que existan otras vías de consumo gratuito. ¿Y si pirateamos café?

Juanjo Ramírez dijo...


Jajajajajaja. Café Torrent-facto.