miércoles, 17 de agosto de 2011

VINALIA DESDE LA CRIPTA


Le sacudo las telarañas al blog después de siglos de inactividad. Quizá no debería hacerlo, porque os vengo a hablar de algo que combina muy bien con telarañas.

¿Se acuerdan de aquellas revistas siniestras, marginales, tirando a pulp? Papel barato que crujía como un montón de huesos que vuelven a la vida. Historias de terror para público adulto. El santuario donde escribían los aspirantes a Bradbury del momento y los aspirantes a Matheson o incluso los propios Bradburys y Matheson de turno.

¡Qué pena que ya no existan revistas como ésas!

¡Espera! ¡Sí que existen!

Existe el fanzine Vinalia Trippers. Esa preciosa iniciativa en la que me han invitado a participar por segundo año consecutivo. La temática aglutinante del año anterior fue "Plan 9 del espacio exterior". La de este año ha sido "Cuentos de la cripta".

En ambos casos, no podría sentirme más "en mi salsa". Para este Trippers from the crypt he escrito un relato bastante excesivo. Puede que incluso insultante. A ver si me meten en la cárcel de una vez y durante una temporada libran al mundo de mí, y a mí de pagar el alquiler.

Si queréis más información sobre el Vinalia y sobre cómo hacerse con él (son sólo 6 euritos) os remito al blog del fancine. Daros prisa, que la tirada es limitada. Vinalia es un producto de lujo, cocinado con cariño. El empaquetado está conseguidísimo, el interior repleto de dibujos de gente con talento. Y de regalo, como ven en la foto, un poemario (POEMASH) y pegatinas.

Gracias una vez más a Vicente por haberme invitado a deslizar algunas palabras mías entre tanto artista.

Y ahora, si me disculpan, me voy a leer los relatos de mis otros compañeros de fanzine, porque hay cosas con muy, muy buena pinta.