viernes, 24 de febrero de 2012

"TIEMPOS OSCUROS PARA LA REBELIÓN"


Esto es un blog "personal", así que hoy toca desahogo personal. Si no os apetece leer esa clase de mierda, volved otro día: Intentaré que la próxima entrada hable de asuntos medianamente interesantes.

Hoy, sin embargo, me cuesta encontrarle el interés a cualquier cosa. Miro a mi alrededor y todo lo que veo me apaga la ilusión:

Veo a buenos amigos dejándose la piel por algo en lo que creen. La clase de gente que tomas como referente, como modelo a seguir. Gente que te devuelve la fe, que resucita tus ganas de luchar... pero que, de repente, se cansa, tira la toalla. Notas que el mundo les ha pasado por encima a ellos también, que se les han gastado las pilas en el intento de avanzar contracorriente.

Veo a buenos amigos que llevan AÑOS luchando por sacar adelante sus proyectos, y veo a productores que juegan con ellos a base de promesas... para luego, de repente, cerrarles una puerta en las narices, obligarles a retroceder diez pasos de golpe, dejándoles con esa sensación desoladora de haber malgastado el tiempo y la energía en callejones sin salida.

Veo a buenos amigos que, a pesar de tener un talento increíble, no consiguen salir adelante en los suyo. Hay otros suplantándoles en este juego absurdo. Otros que, a pesar de no saber hacer la "O" con un canuto, consiguen medrar con artimañas sucias. Ya sabéis a qué clase de sabandijas me refiero: Ésas que en lugar de invertir el tiempo y el esfuerzo en hacer las cosas bien, lo invierten en chupar pollas y en poner zancadillas, y así de bien les va.

Veo que el mundo se esfuerza por minar precisamente la autoestima de la gente que más talento tiene.

No todo es negro. También veo a buenos amigos recibir buenas - y merecidas - noticias. Eso alimenta mi fe en el buen funcionamiento del mundo, al menos durante algunos instantes. Pero se trata de casos aislados, y no puedo evitar recordar que algunos de los que me animaron con sus buenas nuevas en el pasado son los mismos que hoy lloran tras el batacazo de la decepción.

Al final tienes la sensación de que todos los proyectos, todas las iniciativas... son como tortugas recién nacidas en la playa, arrastrándose hacia el mar. La gran mayoría se convierten en comida para gaviotas. Poquísimas de ellas llegan hasta la orilla. Al final uno se pregunta: ¿de verdad merece la pena tanto jaleo para obtener una puta tortuga? ¿Cuántos huevos hay que poner para que una de esas hijas de puta llegue hasta el agua? ¿Habrá que concebir todas esas tortuguitas sin volcar en ellas ningún tipo de apego, ningún tipo de cariño, para que cuando las destrocen las gaviotas no nos duela? Y por otra parte, ¿merece la pena hacer las cosas así, sin cariño? ¿Era ésa nuestra idea cuando decidimos dedicarnos a la cría de tortugas?

Estoy harto de que actores con un talentazo increíble me escriban preguntando si me he enterado de algún posible curro, de algún posible casting... y tener que decirles que no, que no me entero de una mierda. Que nadie se entera de una mierda.

Estoy harto de cadenas de televisión que obtienen más beneficios que el año anterior y lo celebran cancelando series y despidiendo a gente.

Estoy harto de mirar a mi alrededor buscando razones para seguir adelante y darme cuenta de que el paisaje que me rodea es como el campo pedregoso de War Horse, donde ninguna de las semillas que siembres va a darte frutos.

Normalmente intento ser yo uno de los que animan a otros. Intento dedicarme a esa agotadora labor de buscar flores en las alcantarillas, de proponer diez ventanas ante cada puerta que se cierra. Pero cuando piensas "contracorriente" la corriente te erosiona los pensamientos. Y he de reconocer que mi situación personal no rima demasiado bien con eso de poner buena cara y sonreír: Proyectos ilusionantes que se posponen porque "la cosa está muy mal", trabajos en los que te contratan y te despiden y te vuelven a contratar constantemente para ahorrarse unos euros, sueldos tan bajos que, si me doy de alta en autónomos el mes inadecuado, corro el riesgo de perder dinero. Alquilar mi mente gratis a otras personas para guiones en los que intento confiar, pero en los que cuesta hacerlo tras tantas tortuguitas acribilladas en el desembarco de Normandía.

Supongo que en el fondo todos nos labramos nuestra propia situación. Con nuestras decisiones, y nuestras torpezas o nuestras desidias o nuestra negativa a pasar por ciertos aros. También supongo que si conociéramos de cerca las historias de algunos de esos tipos que dan la impresión de haber conseguido el éxito con tanta facilidad nos daríamos cuenta de que en realidad no les resultó tan fácil como parece visto desde fuera.

Pero volviendo al tema: Si somos tantos los que "no estamos pasando por nuestro mejor momento", lo suyo sería que uniésemos fuerzas, que nos apoyáramos los unos en los otros para salir del agujero. Pero no. A veces tengo la sensación de que nos comportamos más bien como los ahogados: Todos intentando agarrando al de al lado y tirando de él hacia abajo para no hundirnos solos.

Si dices "soñar", siempre hay cien voces que responden "mierda". Si exclamas "peliculón", ellos gritan "bazofia". Si dices "voy a hacer algo", ellos responden "saldrá mal".

Y aquí estoy, vomitando todo este sinsentido mientras escucho la banda sonora de Mary Poppins y finjo que me la creo.

Mi visión del mundo empieza a ser igual de negra que la de la gente que me rodea. Hace un rato navegaba por internet, por ejemplo. Veía todos esos enlaces a Megaupload que ya no funcionan, y se me antojaban los trozos de un cadáver gigantesco desparramados por toda la red. Me imaginé a ese cadáver pudriéndose poco a poco e infectando al resto de la red. Todo internet apestando a podrido y corrompiéndose.

Luego pensé que un cadáver tan grande se puede utilizar también como abono para cultivar algo nuevo, y me alegró ese atisbo de pensamiento positivo entre tanto Mordor.

Así que he decidido seguir levantándome de la cama cada mañana (o cada tarde) y seguir avanzando todo lo contracorriente que pueda. Después de vomitar aquí todo este alquitrán me considero preparado para continuar, igual que John Rambo: "Day by day. Day by day."

¿Veis? Lo único que necesitaba para sentirme mejor era escribir. No permitamos que nos hagan olvidar eso.

El caso es que me vendría muy bien que todos vosotros también pusiérais un poquito de vuestra parte. Seamos todos positivos, o la puta al río. Intentemos no ahogarnos los unos a los otros con nuestras mierdas.

¡Chim pón!

6 comentarios:

Rubentxo dijo...

Bravo por ese canto al optimismo, a echarle cojones a las cosas, a llamar a la verdad por su nombre. No te dejes arrastrar por esa ola negra, y sigue dando ánimos a quien lo necesita y lo merece.

Yo vengo del campo de la Ciencia. Abandoné la investigación, pero todavía conservo muchas amistades de esa época (4 largos e intensos años de trabajos de campo, análisis de datos, publicaciones, congresos...): gente que se entrega para conservar la naturaleza, para mejorar el mundo, para salvar especies. La mayoría, sin curro. Y los que tienen, es porque se fueron a Alemania o a USA antes de que fuera demasiado tarde.
Te lo digo para que veas que no estáis solos, que en más campos andan de mierda hasta las cejas, luchando en esa corriente de excrementos.

Llevo unos meses asistiendo a un taller permanente de escritura teatral. En el grupo hay directores, actores, escritores... Y te puedes imaginar el panorama. Las compañías que se dedican al teatro infantil (marionetas, etc.) están en quiebra porque, con los recortes de la administración valenciana, han suspendido todas las visitas extraescolares, y estas compañías vivían principalmente de eso. Hay situaciones muy dramáticas, pero hay también una visión nueva, más crítica, más ácida, mucha mala leche, y unas nuevas maneras de canalizar toda la creatividad... Comiendo poco, eso sí.

Es el momento de luchar, de nadar todos en la misma dirección, sobre todo la gente del arte y de la ciencia, que al fin y al cabo sois los que intentáis explicar la realidad, cada uno con su modelo diferente, para algún día poder hacer que esa realidad cambie.

Sólo a modo de puntilla, ayer, leyendo "Luces de Bohemia" del Maestro Valle-Inclán (tan actual, tan oportuna en este tiempo), un sepulturero de los que entierra al poeta Max Estrella decía (al saber que el mejor poeta español murió en la más absoluta pobreza):

"En España el mérito no se premia. Se premia el robar y el ser sinvergüenza. En España se premia todo lo malo".

Así era en 1920 y así es ahora.
Pero en nuestras manos está cambiarlo...
Me he extendido mucho... Sorry. España, ahora más que nunca, no es país para cobardes.

Juanjo Ramírez dijo...

Gracias por un comentario tan completo, Rubentxo! Ciertamente, en Ciencia también están muy jodidos. Tengo bastantes científicos en la familia y creo que les están maltratando incluso más que a nosotros.

Un abrazo!

Guillermo Estrada dijo...

No es por irte haciendo el nudo a la soga, pero el otro día oí una frase que le viene pintado a tu artículo: "En España es más útil un buen contacto que una buena idea". ¡Y quita a la puta Mary Poppins y pon la marcha de Darth Vader, que va más a tono con los tiempos que vivimos!

Dar de baja, de alta y de baja... ¿A qué me suena esto? ¡Un abrazo!

Juanjo Ramírez dijo...

Jajajajaja. Señor Estrada! Qué bueno tenerle por aquí! Usted sí que es un gran contacto (con los capos de la mafia colombiana)
Un abrazo

sara dijo...

Acabo de conocer tu blog buscando remedios para el insomnio. Bueno ha sido ya hace una hora, asi que creo que tienes razon y realmente no tengo ganas de dormir. El caso es que, queria aportar algo alentador a este post tan pesimista. Yo soy estudiante y aspiro a llegar a ser doctora en psicologia, aunque te aseguro que amo el arte. No hay nada que me relaje mas que escribir o hacer musica. Desafortunadamente, y como tu bien sabes, el mundo del arte esta infravalorado, y es uno de los campos que mas ha sufrido los tijeretazos del gobierno. Aun asi, ( y ahora viene la parte alentadora), en estado de crisis las masas buscan desesperadamente el refugio del arte. Es en epoca cuando la gente necesita o bien evadirse, y viajar a mundos utopicos lejos de la realidad doliente, o bien encontrar en el arte, aquello que exprese su ira, su fustracion, su dolor, su desencanto. En tiempos de crisis los humanos necesitamos sentirnos identificados, comprendidos, y el arte es lo unico que logra hacernos sentir arropados por el dolor comun, hacer ese pesar mas ameno o que al menos, no lo llevemos en soledad. Es por eso que, la crisis es el momento idoneo para crear. Tal vez los artistas no puedan vivir de su arte, y este sea despreciado por quienes nos rigen, insensibles al malestar del pueblo, pero es en tiempo de crisis cuando mas corazones apacigua el arte, mas almas relaja, ¿y no es ese al fin y al cabo el verdadero fin del arte?

Juanjo Ramírez dijo...


Muchas gracias, Sara! Y bienvenida! Por aquí seguimos luchando! Un abrazo.