domingo, 9 de agosto de 2009

NO HAY NADA COMO ESTAR EN CASA, NO HAY NADA COMO ESTAR EN CASA, NO HAY NADA COMO ESTAR EN CASA...



Creo que ya no está de moda eso de hablar sobre las pelis de los ochenta. Tras el desquiciado revival de estos últimos años da la sensación de que todo lo que tenía que decirse sobre lo ochentero, todo lo que tenía que desenterrarse, ya ha quedado dicho, redicho y exhumado.

Como era de prever, ahora lo que empieza a "molar" es hablar de los noventa.

Yo en parte me alegro y dejo escapar un suspirillo de alivio. Ese entrañable concepto de "lo ochentero" empezaba a parecerse a una pradera mancillada, pisoteada por patas de caballos y expoliada por invasores bárbaros sedientos de botín.

¿Soy un snob alérgico a las modas? Es posible. Pero reconozcámoslo... a todos nos jode un poco que alguien venga y te arranque de las manos esa cosa que sientes especial, esa cosa que te hace sentir especial porque sabes que realmente sólo os gusta a ti y a una minoría de inadaptados como tú. Coño, en serio... ¿no os jode? ¿No os da por saco que ese "alguien" os arranque esa cosa de las manos, que destruya el hechizo de intimidad y lo arroje a los cubos de basura para que todos los gatos lo puedan olisquear y lo puedan desmembrar y lo puedan engullir sin siquiera tomarse la molestia de saborearlo?

Primero vino Spielberg y me arrancó los dinosaurios de las manos (y que conste que ADORO las pelis de Parque Jurásico). Luego vino Tarantino y alimentó a los gatos callejeros con mis ninjas, mis katanas, mi kung fu... (y que conste que ADORO a Tarantino, y a Kill Bill, y a Neo, y a Morfeo, y a AngLee y a los ángeles de Charlie y a la madre que los parió). Pero es que sonaba a cachondeo: De repente todo el mundo había adorado las pelis de Bruce Lee cuando era niño, todo el mundo había soñado con ser ninja. Entonces, ¿por qué era yo el bicho raro del colegio?

Luego llegó Amélie, y se convirtió en una de mis películas favoritas, y fui seis veces a verla al cine, y me sentí identificadísimo con la prota. Pero fue cuestión de días que Amélie también se pusiera de moda y encontrar en cada esquina a una persona con la que yo no tenía absolutamente nada en común pero que a pesar de ello maullaba: "Me encanta Amélie. ¡Es que me siento tan identificada con ella!". ¿Ah, sí? Entonces, si todo el mundo de repente veía el mundo igual que Amélie, ¿por qué yo me sentía tan rematadamente solo e incompendido?

Y hubo un tiempo en que si me cruzaba con una chica que llevaba un bolso de Pesadilla antes de Navidad veía en ella una cómplice, gustos comunes, un alma lo suficientemente gemela para fantasear unos segundos. Ahora si me cruzo con la cara de Jack Skelleton estampada en un bolso pienso en el 80% de posibilidades que existen de que el/la dueñ@ del bolso sea un/a payas@.

¡Pero si ocurre con todo lo pretendidamente "freakie"! Lo que antes nos hacía sentir inadaptados, ahora es "guay". Alguien debería inventar un test como el de los replicantes, una serie de pautas que nos permitan descubrir a los impostores, y por defecto, aislar a los auténticos compañeros; esos a los que de verdad les importa el ninja o dinosaurio de turno. Esos que de verdad guardan un hermoso recuerdo de las pelis de los ochenta en lugar de usarlas como excusa para llevar una chapita molona en la solapa.

Y era de pelis ochenteras de lo que quería hablaros, antes de irme por las ramas con este estúpido e improvisado desahogo.

Anoche descubrí una ochentada que, a pesar de ser medianamente célebre, nunca había visto hasta ayer. Me refiero a esa encantadora película titulada "THE LAST STARFIGHTER".

Esta peli me ha hecho recordar qué es lo que más me gusta de muchas películas ochenteras. Algo que no me suele ocurrir con pelis anteriores a esa década ni con pelis posteriores.

Es lo que definiría (a falta de un término mejor) como "yo quiero estar ahí".

Me pasó en Starfighter, y siempre me sucede con pelis como Gremlins, La Puerta, Noche de miedo, No matarás al vecino, Cazafantasmas, Golpe en la pequeña China, Exploradores, incluso La jungla de cristal...

Supongo que en gran medida se deberá a que fue la década en que me tocó ser niño, y eso me hace percibir esas películas de un modo distinto a otras, y valorar una serie de factores que se combinan para generar esos mundos en los que uno se siente dentro y disfruta de esa sensación.

Es una cuestión de ambientación, de un determinado criterio a la hora de elegir localizaciones y diseñar decorados, y saber en qué callejón colocar un poco de humo, dónde colocar un cielo exageradamente estrellado... Algo relacionado con la dirección de fotografía, o incluso con el tipo de celuloide y el tipo de ópticas que se usaban en aquella época.

Es también algo relacionado con cómo se mimaba a los personajes en aquel entonces: Tenían mil detalles que los hacían estar vivos, excentricidades, diálogos con chispa. Y las relaciones entre esos personajes eran mágicas. Generaban una sensación de que habían vivido juntos durante toda su vida, y de que seguirán vivos cuando apagues la tele o el proyector de cine, y seguirán contándose cosas, y tú te las perderás porque ya no estás con ellos. Porque cuando te levantas de la butaca dejas de ser un goonie, y eso te jode, porque en ningún sitio te sientes más en casa y al mismo tiempo tan "en un parque de atracciones" como dentro de ese desván, laberinto de cajas con estatuas y mapas del tesoro de piratas tuertos.

Si me pongo a buscar predecesores, pelis que lograsen esa magia de ambiente y/o personajes, me vienen a la cabeza el Hitchcock de La ventana Indiscreta (que es tal vez el mismo de la cafetería de Los Pájaros) o el Spielberg de Tiburón.

Si me pongo a buscar herederos de esa clase de magia tras los benditos ochenta sólo me viene a la cabeza el Shyamalan de La joven del agua. Y poco, muy poco más (acaso Monsters House, o Crónicas de Spiderwick, o las tres primeras pelis de Harry Potter).

¿Qué quiero decir con todo esto? Nada. Sólo que añoro aquello. Que me gusta zambullirme en esas películas del pasado y rememorar aquella sensación como quien abre un viejo álbum de fotos. Y que lo echo de menos en el cine de hoy.

Ah! Y novedades en DIBUJOSAURIOS, como siempre...

30 comentarios:

Alfonso dijo...

Hablando del tema, el otro dia me descargue El vuelo del navegante. Voy a ver que tal han pasado los años por ella. Me acuerdo que la nave era chulisima para la epoca.

rafa aw dijo...

The Last Starfighter es una cápsula temporal de los 80.Lo tiene todo: videojuegos de bar, batallas espaciales como star wars, coches voladores como el delorean, personaje sabio tipo obi-wan, joven tipo Luke que sale de un entorno corriente... y ese pedazo de música.

La ví en cines y después la alquilé muchas veces en vídeo, pero extrañamente no la han sacado en DVD aquí. Hace poco me compré el dvd de usa y me encantó, ha resistido bien el paso del tiempo. Una pena que no hiciesen más secuelas.

Otra cosa que influye en los 80 es que áun no se habían pasado con los efectos de ordenadro; hay algunos pero muy primitivos y no molestan.

¿Has visto OZ? Es una peli ochentera 100%.

Juanjo Ramírez dijo...

Alfonso: ¡El vuelo del navegante! Una parte de mí la recuerda con cariño, y otra parte la recuerda con escalofríos. Había algo en esa peli que de niño me daba mal rollo.

Rafa: Yo creo que los efectos digitales de Starfighter, aunque a uno le nace contemplarlos con cariño, te sacan un poco de la peli. Yo habría preferido más maquetas! De todos modos mis partes favoritas de la peli son las que transcurren en el camping y sus aledaños.

Laia dijo...

Lo que más me cabrea a mi es cuando la gente pone a parir algo que te gusta y luego se pone de moda eso y les encanta, e incluso dicen CONVECIDOS que gracias a ellos te gusta a tí, que ellos lo descubrieron antes bla bla, y se inventan ellos mismos como lo descubrieron. Pero claro, son gente que simplemente siguen las modas.

También me cabrea decir que me gusta tal cosa, y luego que te digan "ah ya, a mi no me gusta nada, está muy de moda", dando a entender que te dejas arrastrar por las modas o que se yo. Me pasó cuando dije que me gustaba Paul Auster (grave error, por lo que parece, bah).

Y espera, que últimamente salen como setas las personas que son fans de Monkey Island y en general los juegos viejos de Lucas Arts (ricemos el rizo, ahora para ser cool de verdad, tienes que haber jugado al Maniac Mansion).

PD. no me funciona el e-mail -_-

Gonzalo Navas dijo...

Me ha molado mucho la reflexión que haces, me ha invitado a pensar en ello, a meditar sobre los ochenta. Creo que la clave que caracteriza al cine de los cohenta es la misma que caracterizó a toda aquella década: ilusión e inocencia. Es la base de todo y si te fijas todas las pelis que nos gustan tienen mucho de esto, queda aún más patente al ponerlas en perspectiva con respecto a las décadas siguientes.

El cine de los ochenta está sembrado de inocencia, en personajes MUY dibujados y coloristas, como versiones extremas de sentimientos.

Starfighter fue de mis favoritas mucho tiempo, sobretodo porque me flipaban los videojuegos y la idea de hacer un héroe a un gran jugador es algo que sólo he encontrado en "Tron" y en esta peli, me gusta que mitifiquen los videojuegos, lo merecen.

Juanjo Ramírez dijo...

Cierto, Laia! Ya lo comentamos en su día: Lo de que nos guste Paul Auster empieza a convertirse en un problema. Por los mismos motivos tengo miedo de leer a Bukowsky. Imagínate que me gusta! Lo de los videojuegos de Lucas Art es comprensible. Será que yo juego muy poco a videojuegos, pero no he vuelto a encontrar ninguna aventura gráfica que me maraville de aquella forma. Tienes alguna para recomendarme???? Tienes gremlins en el mail????

Gonzalusky: Es cierto lo de la inocencia! Hace no mucho llegué a la conclusión de que uno de los rasgos definitorios de aquellas pelis es: Niños que pronuncian la palabra "alucinante".

Laia dijo...

Yo creo que esta pérdida de inocencia fílmicamente hablando la sufrí con "Agárrame esos fantasmas". Cuando la empecé a ver era muy al estilo "cazafantasmas ochentero", pero hacia la mitad de la película empezó a volverse muy chunga, algo así como era a mediados de los noventa la moda en las películas de terror ("Sé lo que hicísteis el último verano" y tal). Creo que fue la película que mató los ochenta definitivamente (y encima con Michael J. Fox de protagonista, que ya es cinismo)

En cuanto a mi correo, después de los fallos que tuvo mi ordenador, es como si hubiera regresado al aspecto que tenía allí por el 2004, y enviar algo cuesta una eternidad. En realidad, no se si realmente envía, porque tras media hora esperando me di por vencida.

En cuanto a recomendar videojuegos, mis favoritos más modernos ya están descatalogados así que... Igualmente los de Lucas Arts eran los mejores porque eran graciosos.

Juanjo Ramírez dijo...

A mí es que "Agarrame a esos fantasmas" me encanta! Y una de las cosas que más me gustaron de la peli fue ese cambio de tono. Adoro cómo combina la comedia, el terror y la tragedia esa película. No es de extrañar que la protagonizase Michael J. Fox, porque la peli estaba producida por Zemekis!

Laia dijo...

a mi me pareció que el primer tercio de la película era de humor y los dos tercios restantes de terror, pero combinación poca porque perdí el interés, imagínate.

Juanjo Ramírez dijo...

¡¡En la segunda mitad de peli sale Jeffrey Combs!! ¡Nada más que por ello, esa hora vale su peso en oro! (o en hora)

Laia dijo...

Cómo olvidar ese peinado y esa piel sudorosa de color blanco pescado.

Juanjo Ramírez dijo...

Pues acabo de volver a ver En busca del arca perdida y el nazi de la Gestapo es muy similar. Igual se inspiraron en él.

Gonzalo Visedo dijo...

Aaaah, los ochenta... No conozco esta peli que comenta, bueno, me suena, pero no recuerdo haberla visto... Aaah, Golpe en la pequeña China, joder qué grande el personaje de Kurt Russel, y que ojos los de Kim Catrall, suspiro... Y Noche de miedo, que fue la peli que me hizo superar mi miedo a las pelis de vampiros, tras el miedo que me provocó Misterio en Salem's lot... Por favor, déjeme añadir una pequeña gran joya que creo ha olvidado... "Juegos de guerra", con uno de los mejores arranques de una peli, y con Michael "arranca orejas" Madsen de jovencito...
Los ochenta... por cierto, si es amigo de pequeñas nostalgias, le recomiendo la compra absurda de un libro llamado Plástico y papel de Oscar Lombana.

Juanjo Ramírez dijo...

De hecho, hasta hace poco confundía Juegos de guerra (que sí vi de niño) con Starfighter.

A mí Salems Lot me traumatizó de pequeño, y creo que sólo superé totalmente el trauma cuando, a modo de exorcismo, me leí la novela de Stephen King.

El libro de plástico y papel lo ojeé un día que un compañero lo trajo al curro. Es un encanto de libro, pero me parece más pa regalar que pa comprar.

Patch dijo...

Juanjo, lo que a ti te pasa lo llama un amigo mío "el síndrome de U2" o por qué algo es molón hasta que le gusta a todo Perry. No te preocupes, las modas pasan y como a tí te seguirán molando las pelis de los 80 volverás a ser el friki que eras en el cole (no te lo tomes a mal).

Por cierto, que yo no he visto la peli esta pero me encanta el horterismo ochentero, ayer justo lo comentaba con un amigo viendo La chica de rosa :)

Kike dijo...

Aunque no creo que el noventerismo tenga un impacto "revival" tan extremo como ha tenido el ochenterismo. Simplemente, por que los 90 molan menos. MUCHO menos.

Laia dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Laia dijo...

Pues la nueva década que estamos terminando tampoco creo que en veinte años vaya a prometer mucho...

"Those were the days" que dicen XD

Juanjo Ramírez dijo...

Hola Patch! Eso es precisamente lo que me consuela: Que dejarán a los ochenta en paz, como dejaron en paz a los dinosaurios en su día. ¡¡Dios, la chica de rosa!! Ni me acordaba... Yo es que si no tienen un monstruo o un vampiro... :P

Kike: Yo creo que el revival de lo noventero será más breve que el ochentero, pero también más horrible. Aunque alguna que otra cosa molona se puede encontrar en los noventa. Tarantino, Alex Proyas, El gran Lebowski... y Shanen Doherty, por supuesto!!!

Laia: Supongo que esta década acabará conociéndose como "la década de las series". O "la década en que Juanjo cumplió 30 años".

la tumba sin nombre dijo...

Joe Dante está rodando una peli de miedo, protagonizada por adolescentes (y Bruce Dern), en 3D...

¡Ah!... Y aquí:

http://www.trailersfromhell.com/

Juanjo Ramírez dijo...

YEAAAHHH!!! Sí señor!! Si Joe Dante vuelve a hacer pelis de terror con chavales y Bruces Dernes, aún queda un rayito de esperanza!!! :D

El otro día volví a ver Pequeños Guerreros. Siempre me han fallado los diseños de los personajes (por muy Stan Winston que sean) pero me parece una peli adorable.

Laia dijo...

Los noventa son la época de los colores chillones, las camisas de formas geométricas, los pantalones tejanos desgastados, las botas Panama Jack, el cabello a lo Bill Pullman, las gafas de sol redondas, los sombreros de fieltro de colores, Take That, los tacones cuadrados, las mallas, sujetas o no al talón con goma, La dra. Quinn, los bodys, las películas de asesinos en serie, el maquillaje escaso pero contundente en ojos y labios, el renacimiento de los trajes chaqueta, el grunge, Jon Bon Jovi, las chaquetas anudadas a la cintura, los levis de talle alto y ligeramente cortos para que se vean los tobillos, las camisetas de cuadros, las zapatillas de deporte con velcro en los tobillos, hombres con melena, mandíbula ancha y morritos posando en troncos de leña, pantalones tejanos con tacones de aguja (preferentemente rojos), el peinado champiñón, el rap, los guantes de vestir de colores chillones, el canalé, Walkie Talkies, los jerseys extragrandes, zapatillas deportivas de colores (fue la década de Rebook), los parches de grupos de música o dibujos animados para pegar en los pantalones, la etiqueta roja de los Levi's mucho mejor que la naranja, las blusas con dibujos de la Disney bordados, las botas camperas, Fido Dido, Pretty Woman, los yupies, la superpop, los chalecos, el techno, las converse con tacones de goma cuadrados, vestido corto y ceñido y cinturón grande, calcetines de Piolín...

Por cierto, la moda ochentera está íntimamente ligada a la que también tenemos actualmente de "ser friki/nerd/geek mola". Si vuelven los noventa van a desaparecer las dos de sopetón, porque ninguna niña pija del colegio decía que no a prácticamente todo lo que he mencionado, así que volverás a tener tu reducto ochentero a salvo.

Juanjo Ramírez dijo...

Cierto, Laia! Los noventa son... Zack Morris en Salvados en la campana. Zack era el estereotipo de "cómo molaba ser" en aquella época.

Fido Dido... cielos! Precisamente el otro día volví a pensar en él, no recuerdo por qué.

Y recuerda que los noventa también es Chimo Bayo, Paco Pil, Ace of Base, Scatman John, New Kids on the Block, Melrose Place y tener que ser forzosamente de Sega o de Nintendo.

Voy a ir construyendo mi búnker...

Laia dijo...

Si, iba a poner Salvados por la campana, Vigilantes de la playa y otras series pero no quería enumerar que entonces no acababa nunca XD (Salvados por la campana me hizo soñar con el instituto... afortunadamente resultó ser completamente diferente al de la serie).

¡Pero me había olvidado de Melrose Place! ¡si es la noventerenidad en persona en todo su esplendor! No espera, es aún más noventera que cualquier otra cosa porque sucede en Los Ángeles, que por alguna razón aún me parece muy noventera, hasta lo de Sunset Boulevard es super noventero, los boulevares en España se pusieron de moda en los noventa (y no cuajaron).

Juanjo Ramírez dijo...

Eso me recuerda a algo realmente exquisito de los noventa: Las pelis de Renny Harlin en general, y "Las aventuras de Ford Farlane" en particular.

Habrá algo más noventero que Ford Farlane? ¡Sobre todo con el doblaje de Pablo Carbonel!

Laia dijo...

Dios mío si! Qué carátula más noventera

http://www.moviesdvdr.com/torrents_img/1527.fordfarlaine.jpg

Fíjate en esos colores del fondo tan... tan... tan Tres hombres y un bebé, que también es pastelosamente noventera XD.

Debería ver la peli esta para poder presumir de ella cuando se pongan de moda los noventa, así podré decir que la descubrí antes ;-P

Juanjo Ramírez dijo...

¿¡No la has visto!? ¡Pues te la recomiendo! Es absurda, hilarante y muy, muy macarra. Y los diálogos son de esos que no sabes si abofetear al guionista o comértelo a besos.

Bueno, yo sí lo sé. Me lo comería a besos sin dudarlo.

¡Y sale Robert Englund!

Laia dijo...

Ahora que lo pienso, es cierto que en los noventa hubo un pequeño boom "rockabilly" cincuentero (qué ahora ha vuelto, pero como más forzado)

Hombre Robert, si le veo haciendo el idiota en una película absurda quizás ayude a relativizar ciertos "traumas" XD (que no son tales, en verdad).

Juanjo Ramírez dijo...

Tiene mucho sentido que el boom rockabilly de los noventa duese más auténtico, porque los adultos que estaban empezando a dirigir en los noventa, habían sido adolescentes en los cincuenta.

Los ochenta también tuvieron mucho revival cincuentero. Basta ver una peli de terror ochentera para darse cuenta de que en esa década estaban escribiendo y dirigiendo tipos que eran niños cuando las pelis de robots, alienígenas y monstruos gigantes de los 50.

Robert está muy simpático en Ford Farlane. (¿no te bastó con "V" para quitarte el trauma?) ;P

Laia dijo...

Se nota mucho en los decorados de Sensación de Vivir (esos tupés de Dylan y Brandon y ese bar XD) o Primeros Besos (ésta era francesa pero en Cataluña tuvo un exitazo, era como un Salvados por la Campana con Scrooge incluido) y también eran muy cincuenteras la casa de Chabel y la de Barbie de la época XD. Esas puertas rosa chicle con cristales ovalados... Ahora que lo pienso, el pequeño boom no fue tan pequeño, solo que quizás duró la primera parte de la década solamente...

Será eso que dices que los que empezaban a hacer películas habían crecido en los cincuenta, me acuerdo de ese boom del Planet Hollywood, que no era más que eso, una "rockabilliada".

Recuerdo poco a Freddy, a mi me traumatizó más el Célula de Bola de Dragón y un comic de Excalibur, los dos centrados en vacíar a gente y dejar solo los pellejos. En el caso de Excalibur, los usaban extraterrestres luego para disfrazarse, lo cual ya era el summum.