miércoles, 29 de julio de 2009

DIBUJANTE

Si alguno de vosotros ha pasado por aquí en los últimos días habrá encontrado más dibujitos que palabras.

Sí, amigos. Estoy pasando por esa mierda. Creo que se me han secado las palabras. Supongo que necesito desconectar de la escritura durante mis vacaciones, ahora que mi trabajo consiste en escribir (o en algo que se le parece bastante)

Llegué a esta isla con la intención de aprovechar mi insultante cantidad de tiempo libre para abordar algún proyecto de escritura. Lo que fuera. Escribir un largo, una novela, alguna serie, algún compendio de relatos o, en el peor de los casos, la puta guía telefónica. Pero estos días han sido días de embarcarme en literaturas y dejarlas a medias, de esbozar biblias de series y frustrarlas con un coitus interruptus.

Me ha llevado la mitad de mis vacaciones darme cuenta de que (por el momento) no me apetece escribir. Últimamente me siento muy poco "racional". Todo ese rollo de hilvanar conceptos y encerrarlos en palabras y estructuras... me provoca una pereza insana.

En realidad llevo meses con la sensación de que la mierda que llevo dentro prefiere ser vomitada a través del pincel. Me siento más primario. No me nace expresarme con ese lenguaje escrito que hemos tardado decenas de miles de años en desarrollar. Me nace expresarme con formas, con colores, con texturas. Reducir el número de filtros entre mis manos y la basura que tengo en el cerebro.

Y en mi caso lo de dibujar implica una ventaja añadida: Soy un dibujante amateur, inexperto, autodidacta. Y lo tengo asumido. No aspiro a nada con mis dibujos, y eso le quita mucho "factor presión" al asunto. Cuando dibujo vuelvo a ser un poco niño. No estoy contaminado por convenciones "profesionales", ni me bloquea (como ocurre en el caso de la escritura) el saber que podría hacerlo mejor de lo que lo estoy haciendo (y tener en la punta de la lengua qué coño habría que hacer para mejorar el asunto)

Hace tiempo que perdí la inocencia en mi faceta de escritor. Soy incapaz de relajarme en el teclado. Incapaz de juntar más de tres palabras sin mancharlas con aspiraciones medianamente serias.

Pero la pintura sigue siendo algo lúdico para mí. Incluso terapéutico. Si me dáis un pincel soy como uno de esos chimpancés que dibujan gilipolleces abstractas en un lienzo. Y eso me está ayudando, porque necesitaba expresar vete a saber qué... pero al mismo tiempo necesitaba hacerlo sin reglas, sin auto-exigencias, sin perspectivas, sin corbatas con vocación de horca.

Sólo necesitaba una excusa para desempolvar las acuarelas y los lápices de cera. Y los dinosaurios estaban ahí. Siempre han estado ahí. Los que habéis visitado este blog más de dos veces lo sabéis de sobra.

No recuerdo el momento exacto en que comenzó mi fascinación hacia los dinosaurios. Pero sí recuerdo lo que sintió el niño que yo era en aquel entonces. Era esa edad en la que el niño está empezando a crecer, y descubre que Epi y Blas no existen, ni existen las hadas, ni los duendes, ni tan siquiera los dragones... Y entonces ese niño se da de bruces con un libro y ese libro no es fantasía, sino Ciencia, y en ese libro le dicen que en este mundo, en este mismo planeta que él está pisando, existieron los dragones. Existieron unos lagartos gigantescos que dominaron la Tierra. Y entonces ese niño, ese niño que empezaba a marchitarse, a descubrir que la magia era un engaño, recobra su absurda fe en la magia, porque está pisando el mismo suelo que antaño pisaron tiranosaurios, diplodocus, tripceratops...

Y quizá en eso consista esta etapa en la que me hallo inmerso. Un intento de recordar que la maldita magia existe. Tal vez si dibujo un dinosaurio de vez en cuando, el rincón más insospechado de mi cerebro se volverá a creer que en algún lugar hay algo que tiene algún sentido.

9 comentarios:

Kike dijo...

No se de que tamaños serán tus dibujos de dinosaurios, pero cuando tengas muchos, podrías montar una exposición.

Y luego redactar el folleto explicativo con un poco de ingenio y picardia "de escritor".

Juanjo Ramírez dijo...

Son tamaño folio de DIN-A4 cutre. Créeme... No son aptos para una exposición... Lo que sí haré probablemente es irlos reuniendo todos en un blog aparte.

Rubentxo dijo...

Es otra forma de ser productivo,¿no?
Soy cojonudos, tío, el último es tronchante también.
Debe ser una gozada hacerte tus story-boards!
Apoyo lo de la exposición, ya sabes: ¡En Dinópolis!, pa que los nenes y sus padres se tronchen.

la tumba sin nombre dijo...

¡Es tu tiempo libre! ¡Haz lo que más te apetezca sin presionarte!

Si te sale dibujar, pues dibuja.

Si te sale escribir, pues escribe.

Si te sale aplastarte los dedos de la mano con un martillo... Pues dibuja.

Juanjo Ramírez dijo...

Rubentxo: Los storyboards los hago con cuatro garabatos y una pereza increíble. Lo de exponer... a menos que de tanto dibujar mejore muuucho, seguiré limitándome a internet :P (por cierto que he intentado ya dos veces leer tu último relato y en ambas ocasiones se me ha apagado el ordenador cuando llevaba dos o tres párrafos. Le haré un exorcismo a mi PC y probaré eso de que a la tercera va la vencida!)

César: En ello estoy. En ello estoy! De hecho para animarme a dibujar empecé haciendo lo del martillo.

Laia dijo...

Mmm, yo no creo que dibujes mal para nada. Al fin y al cabo has dibujado mucho a lo largo de tu vida y se nota. El nivel general de la gente suele ser el de "con un dos y un cuatro aquí tienes tu retrato", y no hablemos ya de dibujar dinosaurios o perspectivas arriesgadas...

Tus dibujos me recuerdan a este que pinta en su moleskine.

http://mattiasa.deviantart.com/art/Brussels-67609379

Juanjo Ramírez dijo...

Ese tío de tu enlace tiene bastante más nivel que yo, y bastante más personalidad dibujando.

De un modo u otro, el rollito ése del moleskine se ha puesto tan de moda que empieza a saturarme. Es como la clase de cosa que hay que tener para "ser guay", junto con la experiencia de haber vivido en Berlín y haber aprendido a manejar el puto diábolo.

Laia dijo...

XD

Si, pero es que ser artista es lo que tiene, igualmente, las libretas llenas de dibujitos molan, sean moleskine o no, mira sinó el diario del Santo Grial.

Lo de Berlín y el diábolo no lo sabía. A decir verdad, lo de Berlín hasta me sorprende, pero supongo que las modas no tienen explicación. Quizás es la magia del -ín (Berlín, Dublín...)

Juanjo Ramírez dijo...

Antes la moda era irse a vivir a Londres, pero de un tiempo a esta parte es Berlín (si quieres ser "bohemio e interesante)

¡Ah! ¡Y si es en una casa ocupa, mejor que mejor! :P

Sí que molan los diarios llenos de dibujos. Yo tengo una amiga que va dibujando maravillas en su cuadernito cada vez que va a un sitio. Usa un moleskine, pero por ser ella la perdono :P