viernes, 3 de octubre de 2008

¿Y SERÁ TODO NEGRO SIN PETRÓLEO?


El otro día surgió el tema en el trabajo, y caí de bruces, one more time, en una reflexión que me inquieta desde hace tiempo.

Se supone que estamos en alerta roja en lo que a reservas de petróleo se refiere. Lo que más preocupa a la gente es la cuestión de quedarnos sin esa energía que proporciona el combustible fósil por antonomasia. Los depósitos de nuestros coches se quedarán hambrientos de gasolina, e incluso la propia bombilla del dormitorio se resentirá.

Todo eso es jodido, pero es de dominio público que las grandes compañías petroleras han ido comprando las patentes más efectivas en lo tocante a energías renovables y/o alternativas. Energía solar, automóviles eléctricos, maravillas eólicas...

Cuando esas corporaciones todopoderosas expriman la última gota de oro negro, empezarán a sacar tecnologías basadas en otras fuentes de energía, probablemente más limpias e inagotables que el petróleo.

Será jodido, porque habrá que cambiar la infraestructura del planeta, y es probable que la gente más pobre no se podrá permitir cambiar de coche de la noche a la mañana, por poner uno de los ejemplos más obvios.

Pero hay otra cuestión de la que casi nadie habla, y que a mí me produce escalofríos:

Cuando se acabe el petróleo, se acabará el plástico.

¿Se dan cuenta de lo que eso significa?

Adiós a los bolis bic y los rotuladores pilot, adiós a las muñecas barbies, adiós a las bolsas de basura, adiós a las carcasas de los móviles, las consolas de videojuegos, los propios cartuchos de los juegos, adiós a las gominolas, y a los paquetes en que vienen envasadas, adiós al bote del champú, y a la cortina de la ducha, y adiós al tubo de la pasta de dientes, adiós a los mecheros baratos que perdemos y robamos con tanta facilidad, adiós a las carátulas de los CDs, adiós a los chubasqueros impermeables, adiós al dni plastificado, y a las dentaduras postizas, y a los cubiertos (presuntamente inofensivos) de los aviones, adiós a los gi-joe y a los masters del universo, adiós a tantas, tantísimas cosas...

A veces no somos del todo conscientes de hasta qué punto depende del plástico nuestro estilo de vida.

Por supuesto que encontrarán maneras de sustituir al plástico en nuestra vida cotidiana. El ser humano pasó varios milenios viviendo sin plástico, y no se hundió el mundo (si hay algún atlante leyendo esto, puede discrepar). Algún lumbreras inventará otro material, o volveremos a los viejos tiempos, y vaciaremos las entrañas del planeta de metales y minerales... rasuraremos las mejillas de este mundo hasta que no quede un solo árbol.

Pero, de un modo u otro, será jodido... Un mundo sin plástico... ¡joder!

Mi momento de mayor alarma llegó al pensar que desaparecerían los condones. Afortunadamente, mis compañeros de curro me recordaron que el látex procede del caucho.

Retomar esta clase de reflexiones me ha traído a la memoria este relato que escribí hace dos años.

11 comentarios:

Kike dijo...

Nunca había pensado ene llo, pero, por todos los dioses ¡¡Quedarse sin plástico es realmente aterrador!!

A mi otra cosa que me inquietaba es pensar que el combustible fosil podría (digo podría por que no tengo ni idea) contener información geológica de gran utilidad que hemos destruido sin piedad.

Jack Shadow dijo...

Es cuestión de tiempo, hace muchos años que existen los coches de turbinas, a vapor, eléctricos, de hidrógeno... los coches pueden funcionar hasta con aceite de cocina perfectamente, y los motores son ridículamente mas baratos que los de explosión, y sí no, con un poco de suerte, volveremos a usar carruajes y caballos...
Los polímeros se pueden sintetizar y hasta cultivar de muchas fuentes, las tecnologías de nanotubos están muy avanzadas, el pánico vende, pero en realidad todo sigue como siempre, seguro que tienen la sonoluminiscencia y la fusión fría mucho mas desarrollada de lo que dicen, y las fuentes no escasean precisamente... hasta el agua tiene deuterio, pero no les saldrá rentable, yo creo que el verdadero problema no es que se agote el material, es que se agote el negocio.

Juanjo Ramírez dijo...

Totally agree, Jack ;)

Kike: Lo de la cuestión de información fósil no lo había pensado. Es de una oscuridad romántica!

Tay dijo...

Los del McDonald’s serán los primeros en inventar un sustituto para el plástico, al menos con el mismo sabor...

Anónimo dijo...

Saludos amigo.
Bastante de acuerdo contigo... aunque por lo que es la ecología, que no haya plástico tampoco sería una pena.
Lo que también, quería comentar es que también muy sutilmente se van dejando caer cosas. Una marca de impresoras, muy conocida, presentó hace un par de años una impresora, cuyo cuerpo parecía plástico, pero estaba hecho a partir de la fibra del maíz, vamos el carozo de toda la vida.
Así que cuando el petróleo se acabe... las empresas estarán esperando.

Juanjo Ramírez dijo...

Jajajaja

Tay: Las leyendas urbanas sobre las cosas que inventa McDonald son deliciosas. Como solemos decir en el trabajo, les saldría más barato comprar carne buena que invertir en experimentos como los que les suelen atribuír los rumores.

Tomás: Ahora que lo dices, creo que alguna vez he oído hablar de eso de la fibra de maíz. Está claro que los peces gordos ya tendrán sus ases en la manga ;)

Anónimo dijo...

Ese relato es la bomba...son esos finales tan tuyos.
visionario???
:p
una por una, yo voy a hacer acopio de gominolas....

Juanjo Ramírez dijo...

No creo que pase gran cosa, pero es tan bonito asustar... ¡El miedo nos hace sentir un poco más vivos!

Así que a recopilar gominolas! De las clásicas, de las de forma de osito, de las serpientes, de las de forma de corazón, las fresitas, las que tienen forma de botella de coca cola, las que tienen forma de huevo frito ¡¡ñaaaam!!, las que son un melocotón mitad naranja y mitad rojo, las serpientes, los ciempiés, los tiburoncillos...

Por cierto, que sepas que me has vuelto adicto a las gavillas de San Marcial. El único inconveniente es que las cañas son cruzcampo, en vez de ser cerveza de verdad.

Anónimo dijo...

Yo pienso ir a la tienda de chuches y comprar todas las que existan de melocotón (pero es un corazón, no un melocotón mitad naranja y mitad rojo), te advierto...

Lo de las gavillas.... es que ya te dije que eran la bomba, y las cañas...es que me gustan todas :)(emoticono ugh)
aunque las mejores cañas del mundo las ponen en Madrid, no se que tienen que saben distintas...

(ahora que te he hecho adicto a las gavillas iré a pedir mi comisión o que creías??? voy por los blogs de la gente recomendandoles deliciosidades para que se conviertan en adictos... y gordos, claro...)

Juanjo Ramírez dijo...

¡¡Aaaaaa, cañas por Madrid!! ¡No me ataques con la nostalgia! :P

Sí que están ricas, sí.

Granada también está genial pa eso, porque encima cada caña viene con tapa generosa ;)

Anónimo dijo...

Me pareció leer en el periódico, hace un par de meses, que unos tipos habían hecho bolsas a base de fibra de patata (o similar) para sustituir a las de plástico e, incluso, a las de papel.

En Fnac de Madrid han eliminado ya las bolsas de plástico pequeñas y las han cambiado por bolsas de papel, que son muy resultonas y estéticas, pero que no tienen asas... O sea, que son una mierda.

Vale, seamos ecológicos: pero prácticos.