viernes, 17 de octubre de 2008

COSAS SIN IMPORTANCIA QUE ME IMPORTAN


Sé que os tengo un poco abandonados, pero me consuelo pensando que pasáis por aquí con tan poca frecuencia que ni siquiera lo notáis.

Pretendía actualizar hace unos cuantos días, pero he ido dejándolo pasar debido a circunstancias personales, profesionales y otras cosas que no empiezan por "p" ni terminan por "s", pero que bien podrían terminar por "s" y empezar por "p".

Pero ahora no tengo excusa para seguir en silencio, porque me he venido a pasar el fin de semana a mi isla, y aquí, en Fuerteventura, como dirían mis amigos canarios, "un minuto tiene sesenta segundos, y una hora tiene sesenta minutos".

Así que aquí estoy, aprovechando semejante sobredosis de tiempo para acaparar el ordenador de mi señora madre y (el teclado en una mano, un delicioso botellín de cerveza Tropical en la otra) relatar un batiburrillo de reflexiones y sucesos que, expuestos en su día, habría resultado mínimamente coherentes, pero que a estas alturas carecen de sentido.

La última vez que supísteis algo de mí, la idea era fugarme a Madrid y descansar un par de días de este coñazo de Donosti (la ciudad de los donostiarras es algo parecido a esas bolas de cristal que, cuando uno las agita, cae la nieve sobre cuatro casas de juguete. Pero en vez de nieve es lluvia, y uno se harta de las casitas de juguete, y necesita romper las murallas de cristal una vez al mes, para así conservar los puntos de cordura).

Elegí el autobús como medio de transporte, porque es más expontáneo (y más barato) que el avión o el tren. No basta con escapar. También es necesario que el rito de la fuga nos recuerde que podemos hacerlo siempre, de buenas a primeras, cuando nos venga en gana.

Los viajes "Euskadi-Madrid" por carretera son edificantes, porque te ayudan a cultivar el don de la paciencia. Seis horas sentado en el interior de una caja de metal dan para mucho. En mi guagua (o autobús) viajaban dos o tres monjas. En algún punto entre Donosti y Vitoria, una de ellas sintió la llamada de la naturaleza, se levantó y se encerró en el cuarto de baño del vehículo. Me impresionó pensar que esa esposa de Dios podía estar cagando en el báter del autobús. No soy un especímen especialmente católico, pero la imagen de una monja arremangándose los hábitos y echando un tordo a 120 kilómetros por hora amenaza con desmoronar todos los cimientos de cualquier cosa que haya conseguido plantar cimientos en un alma tan estéril como la mía.

Pero lo que más me conmovió en ese viaje no fue el hipotético tarugo de la sor anónima, sino el encontronazo, cara a cara, con un viejo amigo de la infancia.

Me refiero a ese colega que no era perfecto, que te daba más disgustos que alegrías, pero aun así le seguías invitando a todas tus veladas, a ese cabrón que se meaba en tu cara, pero tú no le mandabas a tomar por culo porque no tenías a nadie para sustituirle.

Estoy hablando, naturalmente, del VHS.

¡¡¡Sí!!!

Las películas que emiten en los autobuses siguen siendo de VHS. Nadie se ha molestado en remodelar las guaguas, y cada vez que uno se monta en esas masificadas máquinas del tiempo experimenta una regresión, se estampa de bruces contra épocas pasadas. Estímulos visuales que remueven algo en tu estómago. Esos churretes hormigueantes de color gris que titilan en la imagen, esos rótulos de REW y EJECT en la esquina superior derecha del monitor, esa manera zafia de recortar las pelis, de mutilarlas de manera impía hasta que alcancen las proporciones del formato 4/3.


El VHS es la magdalena de Proust de nuestra generación. Uno lo saborea y, de repente, escucha a Cindy Lauper a través de los esponjosos auriculares de un walkman.

La peli que pusieron pa amenizar el viaje era "A propósito de Henry". Me negué a verla. No porque no me gustase. Fui a verla al cine cuando se estrenó, y salí muy contento de la sala. Pero su director, Mike Nichols, es un tío que compone los planos como Dios, y po reso mismo resulta muy doloroso ver una peli suya con el formato panorámico recortado, sodomizado, mutilado... para hacerlo encajar en esa puta pantalla de 4/3.

Así que amenicé el viaje poniendo en mi mpeg3, o 4 o infinito... un hilo musical de Sabina, Extremoduro, Platero, Fito, Los Rodríguez... y leyendo un par de cuentos de Roberto Bolaño, un tipo que me está admirando, pero que no consigue conquistarme.

Y Madrid...

Madrid fue (como siempre) un cóctel de encuentros y reencuentros, cervezas y gin-tonics, Callaos y Malasañas y, por encima de todo, un reafirmarse en dos o tres declaraciones de intenciones, la más importante de ellas: regresar a esa ciudad algún día, en el comienzo de una nueva etapa, que llegará Quién sabe cuándo, pero que espero que sepa cuándo Quién.

Y después de Madrid... trabajo, reflexiones, escritura... pasajes negros, blancos y violetas. Leer a los maestros, dejar que te escupan en la boca, mezclar esa saliva con tu flema y... tragarse los más bello, escupir sin piedad lo más abyecto...

Y cambiar, cambiar, cambiar... cerrar unas puertas, abrir otras, doblar esquinar, arrojarse por un acantilado con los ojos vendados.

Pero sobre todo, y por encima de todo, cambiar.

Poner punto final a algunas relaciones, punto y aparte a otras, algún punto seguido cuando cuadra, y algun millar de puntos suspensivos, que aunque no lleven a ninguna parte, le ayudan a uno a estar en movimiento.

Y al final todo se reduce a símbolos triviales: Comprar unos zapatos nuevos, tirar a la basura calcetines recién agujereados, decidir que no te metes en la cama hasta acabar el primer capítulo de tu nueva novela, pasar todas las mañanas por esa calle en la que te asalta un repartidor muy amable que te ofrece el "QUE", y rechazarlo, porque ése es uno de los ejercicios más valiosos y complicados en esta puta vida: Aprender a decir NO.

Mi vida sería muy distinta si hubiese aprendido a decir NO en ciertas ocasiones del pasado, pero me consuelo pensando en lo bonito que fue cuando dije un par de veces SÍ.

Y el pasado es una caja de cartón, esperando a que Pandora las destape, para lincharla a besos, y el presente es una encrucijada ¿cuentos, novelas, cine, guiones, ellas? y el futuro... el futuro es una zanahoria que cuelga eternamente a medio metro por delante del asno, y lo cierto es que la puta zanahoria me la suda... pero más allá de esa zanahoria... seguro que hay algo.

29 comentarios:

Tom Hagen dijo...

Confieso que me he partido con el comentario sobre la monja y su tordo.
Y me ha gustado esa descripción de Madrid (de Malasañas y de Callaos).
Yo por mi parte creo que el que nos pone la zanahoria (q solemos ser nosotros mismos) nos estafa. Cualquier día quito la zanahoria...aunque sólo sea para ver el horizonte...

Kike dijo...

¡¡EL VHS ESTÁ VIVO!! En algún lugar, pero está vivo. Que información tan maravillosa, leches.

Supongo que regresar al hogar te recupera 1d8+6 puntos de cordura automáticos.

Y el futuro... pues es futurista, obviamente. Y todos esperamos que nos depare más alegrías que tristezas.

Kike dijo...

Por cierto, acabo de ver el (genial) sketch-parodia de "la última cruzada" de Vaya semanita... ¿¿No habrás tenido nada que ver en eso, tunante??

Juanjo Ramírez dijo...

Lenny: Lo realmente jodido es que muchas veces ni siquiera nos gustan las zanahorias. Yo preferiría que me pusiesen delante un bol lleno de torrijas...

Kike: El de la Última Cruzada lo hicieron justo antes de entrar yo. Que mis compañeros de guión están tan enfermos como yo, o más enfermos todavía...

También hicieron la del Arca PErdida y la del Templo Maldito. Y supongo que también conocerás la de "El señor de los vasquillos"...

Anónimo dijo...

El vhs ya es algo chunguillo en si. Esas imperfecciones son ya dañinas para mis ojos, y como encima la cinta este enganchada en algun punto, ya te puedes morir. Bendito dvd, siempre se ve igual y no se engancha, y bendito respeto al 16/9. Yo no sabia que las monjas cagaran. Pensaba que lo tenian prohibido ppor ser algo susio. En fin, que le vamos a hacer, cuando hay necesidad hay necesidad, y cuando las ganas aprietan...

Anónimo dijo...

Consuelate todo lo que quieras, pero yo soy una de esas que entra a ver si has actualizado a diario (porque no se como poner algun cacharro que me avise en mi mail). La espera ha merecido la pena...
Saber decir no, es tan importante como saber decir si (a veces). Y lo importante los CAMBIOS y no quedarnos anclados... será el otoño que andamos todos revueltos?
Besos y ánimos (aunque no termino de pillar si los necesitas o vas sobrado)

Anónimo dijo...

Consuelate todo lo que quieras, pero yo soy una de esas que entra a ver si has actualizado a diario (porque no se como poner algun cacharro que me avise en mi mail). La espera ha merecido la pena...
Saber decir no, es tan importante como saber decir si (a veces). Y lo importante los CAMBIOS y no quedarnos anclados... será el otoño que andamos todos revueltos?
Besos y ánimos (aunque no termino de pillar si los necesitas o vas sobrado)

Un tipo dinámico dijo...

Deberías publicar un post sobre las bromas familiares que contaste entre gintonics...

Juanjo Ramírez dijo...

Chache: Totalmente de acuerdo contigo. ¡Bendito dvd! Con todos sus problemas, pero Dios los bendiga. Yo ya me suelo negar a ver las cosas en VHS. Es como follarse a las pelis por detrás.

Pero eso no impide que cuando me dé de bruces contra un VHS, una parte de mí sufra una regresión.

Cata: Pues me alegro de tenerte tan lectora asidua, aunque destruya mis posibilidades de consuelo ;) Voy más bien sobrado de ánimos, pero nunca está de más que te dén una ración extra. Y sigo haciendo ejercicios para desprogramarme, como llegar a un sitio en el que hay dos camas, y dormir en la de la número dos, aunque me hayan hecho la número uno, o interrumpir la lectura de una novela cuando me quedan sólo seis páginas para terminarla ;P

Josep! Pues no sería mal tema, no... Pero no sé si mis familiares querrán que esa infinita fuente de sabiduría vaya más allá de la tradición oral...

Anónimo dijo...

El VHS fue un hito... una demostración de que los mediocres podemos triunfar: de los tres formatos de vídeo doméstico disponibles era el peor de lejos... y ¡ganó!... y tardó en irse ¡años! (de hecho, como tú bien dices, aún no se ha ido).

Siento haceros una revelación terrible, pero el recorte de imagen para adaptar el formato cinematográfico al televisivo no ha muerto con los formatos analógicos... No: tengo varios dvds, de compañias grandes y serias (no cosas como Suevia o Divisa) que recortan los amplios y maravillosos 2,35:1 de algunas películas al nuevo estándar de tv de 16:9... Sí: el violador que odia ver bandas negras en su monitor sigue suelto.

Anónimo dijo...

La monja me ha encantado, sobretodo lo de echar el tordo a 120 por hora, imagínate que imagen si borraran el autobús por ordenador y dejaras solo a la monja cagando.

Ya tienes que estar encruzijado para escribir esto que escribes..

Jajaja veo que estamos todos un poco hasta la puta polla de la zanahoria, ahora ya estamos en caída libre, me gusta, es jodido, pero el rollo kamikaze de ir a ver que hay más allá de la zanahoria tiene algo de zen.

Es como el final de "Abre los ojos" que maldita maravilla.

Anónimo dijo...

Joder, me ha salido anónimo, coño que soy Gonzi.
Y el vhs es la hostia, es como el vinilo, textura pura, la rudeza primordial de cuando nos la sudaba la calidad y el qué nos valía sacrificar el cómo.

Yo commando me niego a verla en dvd, por ejemplo.

Anónimo dijo...

Juanjo... no entiendo...
¿Para desprogramarte tienes que hacerte putadas?
Yo si dejo un libro, lo dejo en la página 20 y si tengo una cama hecha NI DE COÑA me hago la de al lado.
Que hay mas odioso que llegar de viaje a la puta hora y ver que tu cama está sin hacer? Ya ni te digo si llegas de pedo...

Juanjo Ramírez dijo...

César: Lo de las mutilaciones de formato en el mundo del dvd es muy cierto, e incluso en el canal Satélite lo hacen a veces, los muy cabrones.

Gonzi: Supuse que serías tú a pesar de lo de "anónimo". Era tu manera de expresarte. Supongo que no está mal ponerse zanahorias delante. Quizá lo importante es que sean las zanahorias que nosotros elegimos, y no las que heredamos por inercias sociales, etc.

Cata: No me molesté en hacer la otra cama. Simplemente cogí la almohada y el edredón de una, y los usé para dormir encima de la colcha de otra. Y normalmente también soy de los que dejan de leer tras las primeras 20 páginas, pero me gusta el ejercicio de interrumpir algo en un momento distinto a donde se supone que tienes que interrumpirlo. Es como rechazar un límite impuesto por otros. No lo suelo hacer con los libros, y resulta que hacerlo al menos una vez, es liberador. ;)

Anónimo dijo...

Que bueno!!!
Mira lo que me acaban de enviar..
XD

http://www.youtube.com/watch?v=y9LlnLTH87U

Os la dedico a Gonzalo y a ti y por supuesto me la autodedico...

:p

Juanjo Ramírez dijo...

Ahora mismo estoy en el curro y no puedo escuchar vídeos de youtube, pero esta noche, cuando llegue a casa, lo veré.

Anónimo dijo...

Es un poco chorrada, pero me ha hecho gracia... y seguirá ahí cuando vuelvas a casa
:)

Juanjo Ramírez dijo...

Cielos, Cata! Me ha encantado! :D

No conocía ese grupo. Me lo apunto!

;)

Anónimo dijo...

No sale mi comentario, pero decía que es una gozada haceros regalos (hay que ver lo agradecidos que sois)

Me alegro de que te haya encantado!

(era una chorrada, pero me encantan las chorradas)

Juanjo Ramírez dijo...

Las chorradas hacen que la vida merezca un poco más la pena. Me he vuelto a escuchar la canción ahora por la mañana, para empezar la jornada con energía ;P

Y si te gustan las chorradas, mira el monstruito que triunfa en Canarias:

http://www.youtube.com/watch?v=1fatHpWb39Y

Anónimo dijo...

Oh dios mio!
pobre niña... una adolescente con 8años!!!

Anónimo dijo...

Hola intruso!! quería darle las gracias a Cata por la canción (que tmb me he adjudicado)y mandarte a ti un abrazo muuu grande!

Juanjo Ramírez dijo...

Cata: Lo peor de todo es que esa niña forma parte de un grupo de niñas, todas ellas similares, e igual de infantilmente explotadas. Pero bueno, igual resulta que la chiquilla es feliz y todo...

¡¡Intrusa!!: ¡Qué bueno volver a verte por aquí! Otro abrazo pa ti!

Anónimo dijo...

si claro... joselito y marisol también eran felices! (que decadente soy)
Deberían exigir un exámen para ser padre (como hacen con los dueños de perros de razas peligrosas)...
Pal me alegro que te haya gustado la canción y te la hayas adjudicado (lástima que no tenga comisión...):)
Por cierto Juanjo, deberías actualizar, practicamente he terminado con las nanas para dormir al diablo...

Juanjo Ramírez dijo...

¡Cielos! ¡Leyéndote las nanas! :D Me hace ilusión. Pensé que las pobrecitas a estas alturas estaban más solas que la una.

Pero tienes razón, debería actualizar. A ver si esta noche me da tiempo de actualizar, aunque sea con algo breve sobre una anécdota curiosa de anoche.

Y tengo dos o tres ideíllas frescas para escribir más relatos. Lo que ocurre es que el poco tiempo y las pocas energías de que dispongo intento invertirlos en la novela. Pero igual de vez en cuando debería seguir con los relatos, pa oxigenarme un poco...

Anónimo dijo...

Soy una abusona...ugh!
me sentiré culpable por quitar tiempo a la novela.
Prioriza que es normal...
Cuando termine las nanas te digo mi favorita... de momento tengo una, pero tengo terminarlas
:)

Juanjo Ramírez dijo...

De las mil razones que esgrimo para retrasar mi novela, escribir relatos es la más productiva, así que no te sientas culpable.

En otros tiempos escribía mis novelas con agonía. Tenía la neurosis de que podía morirme en cualquier momento, y no soportaba pensar que si moría, la gente se quedaría sin saber cómo terminaba lo que llevaba escrito.

Ahora, sin embargo, soy plenamente consciente de lo que prescindibles que son mis novelas, de lo prescindible que es todo en general, y me lo tomo con más calma ;)

Tengo curiosidad por saber con qué nana te quedas. Ya me contarás!

Anónimo dijo...

Al principio elegí los ojos verdes de Naia Morton, luego me pasé al pasajero del asiento 7E (o los huecos que separan las palabras), a continuación decidí que prefería el alma de Näil, pero luego a Rebeca y 8 arañas...ah, pero cuando he leido un beso para el vecino del séptimo B quería quedarme con esa.

Soy fatal, una indecisa. No puedo elegir una...
En cuanto a lo prescindibles de tus novelas... todo es prescindible pero también según el momento necesario.
Escribes genial!.
Gracias por colgarlo en internet y dejarnoslo leer :)

Juanjo Ramírez dijo...

Me alegro de que te gusten, Cata! Casi todos los títulos que has mencionado me han removido recuerdos de ciertas épocas y ciertos momentos y en algunos casos, incluso ciertas personas.

A ver si saco tiempo y escribo algún otro relatillo en breve. :)