domingo, 8 de enero de 2012
EL HOMBRE DEL MARTILLO
Dentro de algunas horas me engullirá un avión. Antes de que eso ocurra, os dejo aquí otro de mis conceptos absurdos. Algo que se me ocurrió ayer:
Un hombre. Se pasea por las calles más transitadas de la ciudad con un martillo en la mano. Nadie le molesta. Cualquiera puede pasearse con un martillo a la vista. Es una herramienta muy útil. Se utiliza para cosas muy legales.
Pero, ¿sabéis lo que hace ese tío con el martillo? No quiere hundirlo en la cabeza de nadie. Es mucho más sencillo: Observa los bolsillos de nuestros pantalones en busca de ese bulto sospechoso; ese relieve rectangular que nos delata como usuarios de Iphone. Ése es el objetivo de su martillazo.
Un golpe preciso, seco, inesperado.
¡Crash!
Y nuestro Iphone a la mierda, antes de que queramos darnos cuenta.
Porque tardaremos mucho tiempo en darnos cuenta. Entre tanto motor y tanto bocinazo y tanto semáforo conversando con los ciegos y tanto grito de vendedor de lotería... ¡Visto y no visto! - y ni siquiera oído -. Un martillazo rápido en nuestro Iphone, y una rutina que se resquebraja. Un mundo entero que se desmorona.
Ése es el concepto. Sólo eso. Un tipo que se pasea por la ciudad, que adivina el bulto en vuestro pantalón - ¿qué diría Freud? - y os abre el puto Iphone como si fuera una cáscara de nuez.
Lo más chungo es que si ese verdugo no existía, a lo mejor esta entrada lo convoca. Puede que alguno de los pocos visitantes de este blog sopese la idea, y se enamore de ella, y decida propagarla como un virus.
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1 comentario:
Qué idea más inquietante. Un corto sobre esto no estaría nada mal...
Si dices Hammerman frente al espejo 5 veces aparece y te rompe el IPhone. Como Candyman, pero peor.
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