viernes, 29 de agosto de 2014
BASADO EN UNA NOVELA DE
Un consejo que os doy: No os dediquéis a escribir libros. No tiene futuro. La Literatura está muerta.
Lo que realmente lo peta son las pelis y las series como, por ejemplo:
Dexter, Sherlock, El Señor de los Anillos, Harry Potter, House of Cards, La Red Social, Juego de Tronos, Boardwalk Empire, La Cúpula, Los Pilares de la Tierra, Crepúsculo, A Tres Metros sobre el Cielo, El Tiempo entre Costuras, Víctor Ros, Celda 211, Los Hombres que no Amaban a las Mujeres, Los Juegos del Hambre, 50 Sombras de Grey...
Todas esas obras tienen algo en común: Están basadas en novelas.
Y ésos son sólo algunos ejemplos entre muchos.
No, amigos: La Literatura está más viva que nunca. La Literatura es el campo de pruebas donde se gestan y se testan las historias más solventes, o al menos un gran porcentaje de ellas.
Porque el escritor de novelas puede dar rienda suelta a su imaginación sin pensar en lo baratas o caras que van a ser las cosas que imagina.
Porque el escritor de novelas tiene todas las páginas del mundo para desarrollar a sus personajes.
Porque escribir novelas es barato, y eso implica que el novelista tendrá menos gente censurándole por encima del hombro, inoculándole miedos, apelando a su profesionalidad, a su responsabilidad...
Porque las novelas son cajas de Pandora en las que el lector se introduce por voluntad propia en vez de ser pantallas que disparan luces y sonidos. Eso hace que el escritor de novelas se sienta más legitimado a la hora de exponer ideas incómodas, rompedoras; ideas que cuestionen los límites de nuestra sociedad, de nuestro aguante, de nuestra ideología.
Porque la Literatura se puede escribir incluso en servilletas, y eso permite que incluso los más infortunados, los más pobres, los más desesperados... griten su dolor sin intermediarios ni eufemismos.
Porque en una novela puedes contar las cosas como merecen ser contadas, sin condicionantes externos... y esas raras avis llamadas "lectores" desgustarán tu mundo interior como se merece, y si hay suerte - o talento - el boca a boca legitimará tu trabajo, y alguien pensará: "¡Ey! Si toda esta gente habla tan bien de esto, a lo mejor aquí hay una historia. A lo mejor podríamos adaptarla a la pantalla e incluso respetar su esencia. El primer test de mercado ya está hecho."
Con los guiones audiovisuales rara vez ocurre eso. Puedo afirmar con conocimiento de causa que a veces, si quieres "vender" un guión, tienes que redactarlo lo más corto y escueto posible... porque los "señores de los despachos" están muy ocupados y no tienen tiempo para - o no quieren - leer demasiado.
Puede que la Literatura ya no esté en lo alto de la cadena alimenticia pero sigue siendo necesaria en el ecosistema creativo. Las obras audiovisuales se alimentan de ella, y no sólo en el caso de las adaptaciones directas: La mitad del cine de terror sería imposible de entender sin Poe y Lovecraft; creo que Lost no habría sido posible si no hubiese existido antes un Stephen King y si la SGAE viajase en el tiempo, Penny Dreadful tendría que repartir la mitad de sus dividendos entre la mitad de los literatos del siglo XIX.
Y si empezamos a hablar del mundo de los cómics, podríamos escribir un post aparte.
Los errores salen más baratos cuando se testan en novelas y relatos: A las mentes rara vez se las paga a priori. El papel es barato; talar árboles sale más a cuenta que contentar a sindicatos. Los elefantes son más fáciles de imaginar que de transportar, amaestrar, alimentar...
Quizá algún día - puede que cercano - las tecnologías nos permitirán confeccionar productos audiovisuales tan baratos como la escritura de un libro.
Mientras tanto, el novelista irá diez pasos por delante y los cineastas se incorporarán más tarde para consolidar y (en algunos casos) engrandecer ese trabajo.
Mientras tanto, Julio Verne seguirá imaginando el submarino años antes de que alguien tenga los medios y el valor necesarios para fabricarlo.
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