No os ha saltado uno de esos banners publicitarios. Es que la entrada de hoy es de "autopromoción" y esas mierdas.
Me levanto a las cuatro después de una noche Oscars y cerveza y me encuentro con que ya están enseñándose por ahí un par de piezas en las que he volcado parte de mi basura a golpe de teclado.
EN PRIMER LUGAR:
El cortometraje "IGNOMINIA". Lo hemos hecho para el primer CONCURSO DE CORTOMETRAJES SOBRE TEMAS MANIDOS. Os recomiendo que leáis las bases de concurso, porque son desternillantes.
Fieles a la esencia del concurso, hemos apostado por lo CUTRE. Fijaros si apostamos por lo cutre, que lo he escrito yo y lo ha dirigido Norberto Ramos del Val.
Pa rizar el rizo, quisimos contar con Eduardo Noriega para protagonizarlo, pero como no teníamos presupuesto, hemos tenido que optar por actores de calidad. (Chema Coloma, Ruxandra Oancea, Cova de Alfonso)
(oye, Noriega, que si lees esto - que estoy convencido de que sigues mi blog y lo vas a leer - que oye, que no iba en serio, que era una coña. Pero para los chistes fáciles a Ramoncín le toca "ser de la SGAE" y a ti te toca ser "el mal actor", así que te jodes)
EN SEGUNDO LUGAR:
Ya está en Papanatos el quinto webisodio de OBI, que sigue contándonos el día a día del único gato que no triunfa en internet. En esta ocasión el representante del gato (interpretado por un inmenso Ramón Merlo) anima al gato a trabajar en un consultorio on-line. ¿Por qué? Pues porque es una excusa para tener cameos chulos, como el de Axel Casas y Ronquete, o el de otra gente que también está muy guay pero que como no los conozco, no los voy a mencionar aquí.
Es broma. Por supuesto que les voy a mencionar: Paula Foncea, Pilar Baeza y Manuel Cuesta. ¡Os quiero! ¡Jamás os olvidaré!
Se titula "Triski bisnes". El guión parece escrito por el puto gato, pero en realidad es cosa de Francisco Javier Sánchez Donate, el director del asunto Norberto Ramos del Val y el capullo que escribe estas líneas.
EN TERCER LUGAR:
Y para que vean que no miramos hacia otro lado cuando nos acusan de mierdas, dejo aquí ese vídeo en el que la actriz Mariu Bárcena nos acusa de haberla maltratado (yo pensé que para eso servían los actores) y luego se pone a lamer pomos de puertas. "LA ARENA SUCIA DE OBI":
lunes, 27 de febrero de 2012
domingo, 26 de febrero de 2012
EL DÍA QUE ME JUZGARON POR ROBO
JUEZ: Juan José César Casimiro Fernando Ramírez Mascaró, se le acusa de haberse descargado pelis, series y libros de internet, ¿cómo se declara?
JUANJO: Me declaro amante del cine y del arte de contar historias en general, señoría. En cuanto a si soy culpable o inocente, es complicado.
FISCAL: ¡Protesto!
JUEZ: Usted has visto demasiadas películas, ¿verdad, señor fiscal? ¡Deje que el acuado se explique!
JUANJO: Gracias, señoría. Intentaré empezar por el principio, si se me permite la redundancia. Verá... Yo compraba pelis en los tiempos aquéllos del VHS. Ya sabe: El formato aquél que se iba pudriendo poco a poco como un frutero... El caso es que cuando apareció eso del "DVD" en mi casa se mostraron escépticos y reacios...
JUEZ: Ajá...
JUANJO: Vamos, que no tenía reproductor de DVD... y eso me hizo entrar en una dinámica rara. No compraba pelis de VHS poque sabía que (afortunadamente) estaban en peligro de extinción, pero tampoco compraba pelis en DVD, porque no podía verlas en casa.
FISCAL: ¿¡No tenéis reproductor de DVD!? ¿Vivís en la Costa de los Mosquitos o qué?
JUANJO: ¡No, hombre! A estas alturas sí que hay dvd en casa de mis padres, pero antes de que eso sucediera... yo ya me había ido a vivir fuera. Ya saben: Primero a estudiar, trabajar... esas cosas que se hacían antes de la generación "nini".
JUEZ: No veo a dónde quiere llegar.
JUANJO: Me ahorraré los detalles, señoría. La cosa es que por unas razones u otras he vivido en más de diez casas distintas en los últimos cinco o seis años, siempre con esa sensación de precariedad, como de... mañana mismo tendrás que volver a empaquetar tus cosas y mudarte.
FISCAL: Ya... Ese engorro de tener que meter en cajas los libros, los dvds...
JUANJO: ¡Exacto! Y no exagero si les digo que durante cierta época me obligaban a cambiarme de piso cada dos o tres meses, así, de repente. A veces me avisaban con un día de antelación.
JUEZ: Ciertamente, eso es una putada...
JUANJO: Si yo le contara... El caso es que al final acabas concibiendo las posesiones materiales como si fuera lastres. Incluso empecé a dejar de comprar libros, señoría. Y seguí sin comprar dvds.
FISCAL: ¿¡Lleva todos estos años sin comprar un puto dvd!?
JUANJO: Alguno que otro he comprado, claro, pero para regalárselo a alguien. Y los pocos dvds que tengo es porque otros me los han regalado a mí (la mayoría los tengo en casas ajenas) Bueno... el otro día vi en un quiosco un dvd de "El gran Lebowski" a 3 euros, era muy finito, de ésos que te dan con el periódico. Me dije a mí mismo: Adoro esta peli, y este dvd está barato y apenas abultaría en un equipaje, así que lo compré.
JUEZ: No me extraña. ¡El Gran Lebowski es un peliculón!
FISCAL: ¡En efecto, un peliculón! ¡Que conste en acta!
JUANJO: Así que ya pueden imaginar mi cabreo cuando meto el dvd en el reproductor y... resulta que la peli está mutilada, con la imagen recortada, ahí, a 4/3...
(Murmullo general, caos, perros y gatos cohabitando, gritos de histeria, señoras que vuelcan bancos en el juzgado)
JUEZ: ¡¡Orden en la sala!! (toc, toc) ¡¡Orden en la sala!!
JUANJO: ¡Ay, qué martillo más bonito, señor juez!
JUEZ (ligeramente ruborizado): ¿Le gusta? Gracias... Es muy socorrido. También lo uso para hacer chapuzas en casa. Clavar escarpias y eso...
JUANJO: En fin, prosigo... Pues eso, que cuando se desarrolló toda esta tecnología que nos permite tener cientos de películas dentro de un disco duro sin ocupar espacio físico... que nos permite llevar miles de libros en el bolsillo gracias al e-book... Yo vi la solución a mis problemas ahí, señoría.
JUEZ: Ya, el rollo éste de poder llevar tu hogar a cuestas, como los caracoles...
FISCAL: Ya veo por donde van los tiros. ¡Pero eso no justifica la descarga ilegal! Si quiere tener esas obras en su disco duro, debe pagar por ellas.
JUANJO: Estoy de acuerdo pero, ¿dónde?
FISCAL: Ahí tiene Filmin, por ejemplo.
JUANJO: No se ofenda, señor fiscal pero... ¿pagar por ver cine independiente europeo? Casi sería capaz de pagar por no tener que verlo.
FISCAL: Pues es lo que hay. Ya lo dijo el otro día el presidente de la Academia de cine, el González Macho. Que eso de hacer negocio en internet, a lo mejor en un futuro lejano y tal, pero hoy por hoy hay que seguir haciendo las cosas como se han hecho hasta ahora.
JUANJO: Ya pero, si no me equivoco, el González Macho ése es dueño de una distribuidora y de unas cuantas salas de cine. Si usted tuviese un restaurante, ¿iría por ahí diciendo que lo mejor es quedarse a comer en casa?
FISCAL: Eh... errrr... Qué buena es el Gran Lebowski, ¿eh? Qué personaje El Nota...
JUEZ: ¿Y qué nos dice de los ebook? ¿Los compra o también se los descarga ilegalmente?
JUANJO: Es difícil encontrar ebooks en español, señoría. Y por otra parte... El otro día, por ejemplo: Quería leer un libro que es ya casi un clásico. Escrito en los años 70, no le digo más. Vi que estaba disponible en ebook, así que quise comprarlo y ser legal y todo eso... Pero cuando vi el precio... ¡¡Ese libro en ebook costaba 13 euros!!
FISCAL: Pues claro. Las cosas tienen un precio.
JUANJO: Un precio, sí. ¡Pero un precio razonable, coño! Un libro electrónico no puede costar casi lo mismo que su versión impresa. Se están ahorrando el precio del papel, y la tinta, y el encuadernado, y el transporte hasta el punto de venta. Si pagase 13 euros por eso me sentiría estúpido.
FISCAL: Eehh... Err... El Gran Lebowski, sí... Peliculón... La performance del casero era desternillante... ¿se acuerdan?
JUEZ: Intenta usted justificarse. Si algo está mal, está mal. Y punto.
JUANJO: Vivimos tiempos inciertos, señoría. Ahora mismo la red es como el Lejano Oeste. Todavía se están definiendo las reglas... Mientras todo se coloca en su sitio, hay que ser un poco flexibles. Por ejemplo: nosotros hicimos una peli y resulta que es bastante fácil encontrarla en internet. O al menos lo era antes del cierre de Megaupload y tal. Ahora no sé si seguirá estando localizable o si la habrán borrao del mapa.
JUEZ: Tráiganle al acusado un portátil con internet. Que lo compruebe.
FISCAL: Pues sí, parece que se puede bajar por Torrent y esas cosas.
JUEZ: Ah, coño, la de los cacahuetes. A esa peli le sobraban 20 minutos.
FISCAL: Y le faltaban 20.000 eurillos por lo menos...
JUANJO: Señoría... ¿por qué todos los jueces son negros?
JUEZ: Porque somos más baratos. Y porque desgravamos en Hacienda, claro...
JUANJO: Entiendo...
JUEZ: Yo lo que no entiendo es su actitud. Este problema de la piratería le afecta directamente. Está perdiendo dinero por culpa de toda esa gentuza que se baja su trabajo de la red.
JUANJO: Pues qué quiere que le diga, señoría... Los contratos de distribución son injustos y abusivos. Casi todo se lo llevan las distribuidoras. A los que de verdad hemos hecho la peli no nos llega casi nada de ese dinero. Además, ahora mismo nuestra peli está descatalogada y... bueno... nos habría gustado ganar pasta con ella, pero nuestra prioridad era que la peli se viese.
FISCAL: O sea, que prefiere que le roben...
JUANJO: Al menos la gente que se descarga la peli nos está robando con cierto cariño. Los que nos hacen firmar ciertos contratos... es como si nos robasen sin cariño, ni vergüenza, ni pudor. No es robo en sentido estricto, es legal lo que hacen... pero usted ya me entiende.
JUEZ: Que no conste en acta.
JUANJO: A mí me gustaría poder exigir a la gente que pague por ver nuestra peli, en serio. Pero para eso hay que ofrecerles dicha alternativa legal.
JUEZ: ¿Y no la hay?
JUANJO: Hombre... "Haberla haila". Fuimos la primera peli española que se estrenó en descarga legal al mismo tiempo que en salas. De hecho, creo que podéis pagar por verla AQUÍ. Aunque al parecer es complicado. Según me dijeron, los pocos que lo intentaron enloquecieron "a lo Lovecraft". Y encima no puedes sacar el archivo de tu ordenador... Y al menos antes, si tenías Mac no te funcionaba (supongo que ya lo habrán arreglado)
JUEZ: ¡Que conste en acta! El acusado está ofreciendo a la gente una alternativa legal en internet. Pueden pagarle por su obra y solucionarle la vida a este infeliz.
JUANJO: Si le soy sincero, creo que hasta la fecha no me ha llegado ni un céntimo de esas descargas legales...
FISCAL: Joder, es que usted no se conforma con nada.
JUANJO: Discúlpenme si soy ambicioso, pero sueño con un mundo en el que obtener las pelis en internet de manera legal sea más fácil que obtenerlas de manera ilegal. Y sueño con un mundo en el que podamos pagar por descargarnos las pelis que de verdad nos apetece ver. Y si encima pudiésemos hacerlo a un precio razonable... eso ya sería la hostia.
JUEZ: ¡Modere su lenguaje, señor acusado!
JUANJO: Oiga, ¿por qué las salas de los juzgados tienen siempre estas lamparitas verdes, como las de las bibliotecas?
JUEZ: Es que nos patrocina Heineken. ¿Tiene más preguntas el fiscal?
FISCAL: No, señoría. Y le ruego que termine rápido con todo esto, que me han entrado ganas de volver a ver El gran Lebowski.
JUEZ: Está bien. Me voy a consultar la jurisprudencia.
JUANJO: Ah, ¿es que ya han celebrado juicios parecidos a éste?
JUEZ: ¡Qué coño! Me voy a ver pelis de juicios, que son menos coñazo que la legislación real. "Algunos hombres buenos", "JFK", "Mientras nieva sobre los cedros"... ¡Esas cosas!
JUANJO: ¿Tiene todas esas pelis, señoría?
JUEZ: No, pero me he puesto a bajarlas en el Torrent. ¿Por qué habrán tenido que cargarse Megaupload? Iba mucho más rápido...
viernes, 24 de febrero de 2012
"TIEMPOS OSCUROS PARA LA REBELIÓN"
Esto es un blog "personal", así que hoy toca desahogo personal. Si no os apetece leer esa clase de mierda, volved otro día: Intentaré que la próxima entrada hable de asuntos medianamente interesantes.
Hoy, sin embargo, me cuesta encontrarle el interés a cualquier cosa. Miro a mi alrededor y todo lo que veo me apaga la ilusión:
Veo a buenos amigos dejándose la piel por algo en lo que creen. La clase de gente que tomas como referente, como modelo a seguir. Gente que te devuelve la fe, que resucita tus ganas de luchar... pero que, de repente, se cansa, tira la toalla. Notas que el mundo les ha pasado por encima a ellos también, que se les han gastado las pilas en el intento de avanzar contracorriente.
Veo a buenos amigos que llevan AÑOS luchando por sacar adelante sus proyectos, y veo a productores que juegan con ellos a base de promesas... para luego, de repente, cerrarles una puerta en las narices, obligarles a retroceder diez pasos de golpe, dejándoles con esa sensación desoladora de haber malgastado el tiempo y la energía en callejones sin salida.
Veo a buenos amigos que, a pesar de tener un talento increíble, no consiguen salir adelante en los suyo. Hay otros suplantándoles en este juego absurdo. Otros que, a pesar de no saber hacer la "O" con un canuto, consiguen medrar con artimañas sucias. Ya sabéis a qué clase de sabandijas me refiero: Ésas que en lugar de invertir el tiempo y el esfuerzo en hacer las cosas bien, lo invierten en chupar pollas y en poner zancadillas, y así de bien les va.
Veo que el mundo se esfuerza por minar precisamente la autoestima de la gente que más talento tiene.
No todo es negro. También veo a buenos amigos recibir buenas - y merecidas - noticias. Eso alimenta mi fe en el buen funcionamiento del mundo, al menos durante algunos instantes. Pero se trata de casos aislados, y no puedo evitar recordar que algunos de los que me animaron con sus buenas nuevas en el pasado son los mismos que hoy lloran tras el batacazo de la decepción.
Al final tienes la sensación de que todos los proyectos, todas las iniciativas... son como tortugas recién nacidas en la playa, arrastrándose hacia el mar. La gran mayoría se convierten en comida para gaviotas. Poquísimas de ellas llegan hasta la orilla. Al final uno se pregunta: ¿de verdad merece la pena tanto jaleo para obtener una puta tortuga? ¿Cuántos huevos hay que poner para que una de esas hijas de puta llegue hasta el agua? ¿Habrá que concebir todas esas tortuguitas sin volcar en ellas ningún tipo de apego, ningún tipo de cariño, para que cuando las destrocen las gaviotas no nos duela? Y por otra parte, ¿merece la pena hacer las cosas así, sin cariño? ¿Era ésa nuestra idea cuando decidimos dedicarnos a la cría de tortugas?
Estoy harto de que actores con un talentazo increíble me escriban preguntando si me he enterado de algún posible curro, de algún posible casting... y tener que decirles que no, que no me entero de una mierda. Que nadie se entera de una mierda.
Estoy harto de cadenas de televisión que obtienen más beneficios que el año anterior y lo celebran cancelando series y despidiendo a gente.
Estoy harto de mirar a mi alrededor buscando razones para seguir adelante y darme cuenta de que el paisaje que me rodea es como el campo pedregoso de War Horse, donde ninguna de las semillas que siembres va a darte frutos.
Normalmente intento ser yo uno de los que animan a otros. Intento dedicarme a esa agotadora labor de buscar flores en las alcantarillas, de proponer diez ventanas ante cada puerta que se cierra. Pero cuando piensas "contracorriente" la corriente te erosiona los pensamientos. Y he de reconocer que mi situación personal no rima demasiado bien con eso de poner buena cara y sonreír: Proyectos ilusionantes que se posponen porque "la cosa está muy mal", trabajos en los que te contratan y te despiden y te vuelven a contratar constantemente para ahorrarse unos euros, sueldos tan bajos que, si me doy de alta en autónomos el mes inadecuado, corro el riesgo de perder dinero. Alquilar mi mente gratis a otras personas para guiones en los que intento confiar, pero en los que cuesta hacerlo tras tantas tortuguitas acribilladas en el desembarco de Normandía.
Supongo que en el fondo todos nos labramos nuestra propia situación. Con nuestras decisiones, y nuestras torpezas o nuestras desidias o nuestra negativa a pasar por ciertos aros. También supongo que si conociéramos de cerca las historias de algunos de esos tipos que dan la impresión de haber conseguido el éxito con tanta facilidad nos daríamos cuenta de que en realidad no les resultó tan fácil como parece visto desde fuera.
Pero volviendo al tema: Si somos tantos los que "no estamos pasando por nuestro mejor momento", lo suyo sería que uniésemos fuerzas, que nos apoyáramos los unos en los otros para salir del agujero. Pero no. A veces tengo la sensación de que nos comportamos más bien como los ahogados: Todos intentando agarrando al de al lado y tirando de él hacia abajo para no hundirnos solos.
Si dices "soñar", siempre hay cien voces que responden "mierda". Si exclamas "peliculón", ellos gritan "bazofia". Si dices "voy a hacer algo", ellos responden "saldrá mal".
Y aquí estoy, vomitando todo este sinsentido mientras escucho la banda sonora de Mary Poppins y finjo que me la creo.
Mi visión del mundo empieza a ser igual de negra que la de la gente que me rodea. Hace un rato navegaba por internet, por ejemplo. Veía todos esos enlaces a Megaupload que ya no funcionan, y se me antojaban los trozos de un cadáver gigantesco desparramados por toda la red. Me imaginé a ese cadáver pudriéndose poco a poco e infectando al resto de la red. Todo internet apestando a podrido y corrompiéndose.
Luego pensé que un cadáver tan grande se puede utilizar también como abono para cultivar algo nuevo, y me alegró ese atisbo de pensamiento positivo entre tanto Mordor.
Así que he decidido seguir levantándome de la cama cada mañana (o cada tarde) y seguir avanzando todo lo contracorriente que pueda. Después de vomitar aquí todo este alquitrán me considero preparado para continuar, igual que John Rambo: "Day by day. Day by day."
¿Veis? Lo único que necesitaba para sentirme mejor era escribir. No permitamos que nos hagan olvidar eso.
El caso es que me vendría muy bien que todos vosotros también pusiérais un poquito de vuestra parte. Seamos todos positivos, o la puta al río. Intentemos no ahogarnos los unos a los otros con nuestras mierdas.
¡Chim pón!
martes, 21 de febrero de 2012
DUDA METÓDICA
Hace un rato publiqué un tweet, y en lugar de usar los 140 caracteres para hacer chistes, "hablé en serio". Transcribo el tweet en cuestión:
A mí también me jode lo que ocurre en Valencia, pero tengo "efecto Wikipedia" con las imágenes. Cuesta saber cuáles creerse y cuáles no.
Usar Twitter para hablar en serio conlleva un riesgo: Puede generar... diálogos en Twitter.
Y Twitter no me parece el mejor lugar para dialogar. La confusión del TL y la limitación de caracteres convierten tus argumentos en frases incompletas, o peor aún: en sentencias categóricas, lapidarias.
Por eso mismo vengo al blog para intentar explicarme con un poco más de calma. Porque si algo necesitamos urgentemente es eso: Un poquito de calma. Estamos todos muy crispados, y NO NOS FALTAN RAZONES.
Pero la información en internet es un arma de doble filo. Resulta maravilloso que CUALQUIERA pueda informar al mundo entero sin filtros ni censuras. Pero, al mismo tiempo, exige que los receptores de esa información la acojamos con actitud responsable, con criterio. Incluso con cierto escepticismo previo.
Es la duda metódica cartesiana: Dudar de cualquier cosa, por sistema, hasta poder estar seguros de entenderla.
Creo que la duda metódica es más necesaria que nunca en estos tiempos de internet y su "efecto wikipedia". La información del cyberespacio puede ser en ocasiones como el propio Twitter: Fragmentos muy fáciles de sacar de contexto.
Voy a volver a poneros la foto con la que he encabezado esta entrada. Es una foto que está haciendo estragos en las redes sociales:
Cinco policías intentando reducir a un pobre niñito. ¡Menudo abuso! ¡Menudos ogros vestidos de azul!
Es una interpretación tan válida como cualquier otra. No lo niego.
Pero yo, viendo esta foto, también podría pensar que esos policías están ayudando al niño a levantarse, o que están sujetándolo para impedir que cometa una locura dañina para él.
Normalmente me dedico a contar historias, y con lo que veo en esa foto podría construir muchas historias completamente distintas.
No sé si los polis están haciendo lo que nos dicen algunos, y para lo que intento exponer aquí DA EXACTAMENTE IGUAL. No es mi intención confirmar ni rebatir. Sólo poner en evidencia que una imagen así, por sí sola, no logra probar nada.
A pesar de estar lejos de Valencia (y a pesar de mi duda metódica) estoy bastante convencido de que allí se están cometiendo abusos. Y soy el primero en indignarse.
Pero muchas de las imágenes "anti-policía" que estoy viendo por ahí se me antojan sensacionalistas y - más escalofriante aún - propagandísticas.
Una vez más nos invitan a afrontar los conflictos con la víscera en lugar de con una calma racional y sosegada. Una vez más nos quieren encender con una visión simplista de blancos y negros, buenos y malos, princesitas y ogros. Y eso me hace temblar de miedo, porque esas técnicas propagandísticas son las mismas que han usado todos los regímenes totalitarios para manipular a la masa (y, como esto no es Twitter, tengo espacio suficiente para aclarar que NO intento decir que los que promueven esa clase de imágenes sean fascistas)
No sé por qué me pongo a hablar de política. A veces creo que la gente sólo ve lo que quiere ver. Tanto en una foto fuera de contexto como en una entrada de blog.
Por otra parte comprendo que reaccionemos todos de una manera tan impulsiva y animal. Puede que nuestra naturaleza "humana" se base más en eso que en cualquier otra cosa. Pero estamos ante un conflicto que tiene como epicentro a ESTUDIANTES. Quizá eso debería animarnos a intentar canalizar nuestra indignación; matizarla con un poco de sensatez y un poco de perspectiva.
Estamos en el S.XXI, se supone que socialmente hemos avanzado muchísimo. Me parece triste que las autoridades desanden unas cuantas décadas con su actitud. Pero me parece más triste todavía que los ciudadanos nos rebajemos también a ese nivel. Comprensible, sí, pero triste.
Si esto fuese una partida de ajedrez, ¿estaríamos avanzando a ciegas y malgastando nuestras fichas porque no sabemos meditar cada jugada?
Si queremos luchar por una sociedad distinta, ¿por qué no intentamos que no nos posea la mentalidad de hace décadas, de hace siglos?
ACTUALIZACIÓN: Acabo de leer en Facebook que esa imagen de los polis con el niño NO es de Valencia. De ser cierto, se trata de un dato que habla de manera mucho más clara y contundente que esta entrada.
miércoles, 15 de febrero de 2012
ME ENCANTA EL OLOR A GRECIA POR LA MAÑANA
Vivimos tiempos difíciles. A todos los niveles. Hoy intentaré centrarme en cosas que afectan de manera muy directa al audiovisual.
Ya sabéis a qué me refiero. Estáis hasta la polla de leer sobre ello: TVE cancelando sus series, el cierre de Megaupload, reformas laborales injustas, casi sádicas...
Pues, ¿sabéis lo que os digo?
Que una parte de mí se alegra de que esté pasando todo esto.
¿Por qué?
Porque a veces es necesaria una bofetada para que la gente despierte.
Porque cuando una casa está mal contruida es más fácil echarla abajo y volverla a edificar desde los cimientos que intentar reformarla.
Porque en el fondo nos lo merecemos.
Porque los morlocks y porque los eloi. Porque la comodidad nos tiene anestesiados.
Porque con esa anestesia y con ese ir chupándonos la sangre en cómodos plazos reaccionaremos tarde. Cuando nos dejen secos. Cuando ya apenas queden ánimos ni fuerzas para luchar por nada. Nos envenenan poco a poco - con pan y circo - como a Ingrid Bergman en Encadenados.
Porque somos el único animal que nunca cambia la bolsa de la basura hasta que está tan llena que rebosa.
Porque de vez en cuando necesitamos que arda Grecia, para recordarnos a nosotros mismos que a veces nos quejamos de lo más estúpido y nos olvidamos de protestar por lo importante.
Porque la tecnología ha avanzado muchísimo. Nos han demostrado que podemos acceder a toda la cultura del planeta desde nuestra casa, apretando un botón, y es ése un paso de gigante que no se puede desandar.
Porque "a ver si espabilan de una puta vez y nos lo ofrecen legal y fácil y por un precio justo, ni gratis ni abusivo, sin que ninguna de ambas partes "robe" a la otra.
Porque - repito - la tecnología ha avanzado que da gusto. Nos permite construir guillotinas más elegantes que las de antaño, y más devastadoras.
Porque los intermediarios dejan de tener sentido. Televisiones, distribuidoras, editoriales. Todos ellos Bruce Willis en El Sexto Sentido. Murieron hace un tiempo y no lo saben (y - todavía peor - nosotros tampoco lo sabemos) Caparazones huecos, gigantescos de animales pre-históricos.
Porque se supone que nos dedicamos a labores CREATIVAS y aun así nos dejamos recluir en prisiones mentales.
Porque menuda mierda de "mentes creativas" si no somos capaces de concebir un modo de financiar una peli que no consista en "una televisión me subvenciona y me impone a sus actores y gracias a eso se anima también a financiarme el ICAA y luego nos empadronamos en alguna comunidad autónoma para arañar otro poco y luego ICO y MEDIA y la madre que los parió y al principio de cada peli los mismos logos igual que en uno de esos pasatiempos de dibuja siguiendo la línea de puntos, uniendo el punto uno con el dos, el dos con el tres, siempre en el mismo orden, siempre el mismo dibujo resultante."
Porque ya es hora de que unas mentes tan "creativas" como las nuestras dejen de creerse eso de que "si tienes un proyecto de serie propio olvídate de él porque te lo vas a comer con papas ya que las televisiones y las grandes productoras no aceptan contenidos de fuera y bla bla bla."
Porque permitimos que lo anterior nos desmoralice y nos haga tirar la toalla cuando desde el ordenador de nuestra casa podemos emitir lo que nos plazca en el canal de televisión con mayor audiencia potencial del mundo.
Porque a veces se esfuerzan en fabricar puertas tan grandes e imponentes para que nos obsesionemos en llamar a ellas y en que están cerradas y, de ese modo, nos olvidemos de lo fácil que resultaría atravesar las paredes.
Porque lo de que "en internet no se puede hacer dinero" es MENTIRA. Lo que ocurre es que no nos molestamos en buscar las maneras de hacerlo.
Porque nos esperan unos tiempos muy movidos y el movimiento es sano y necesario, agárrense a la barandilla de la montaña rusa, empieza el espectáculo y nos lo van a hacer pasar muy mal. A mí el primero - como español siempre he sido más un Don Quijote que un Lazarillo de Tormes. Darwin está a punto de mearse en mi cara -.
Porque duele que te arranquen una muela y porque las muelan nos hacen más falta que nunca para masticar una realidad cada vez más dura de roer. Pero cuando la muela está infectada, está infectada.
Porque somos una especie tan imbécil que es menester que se acabe el petróleo para apostar por energías renovables. Como la de ese molino. ¡No! ¡No es un molino! ¡Es un gigante! Y ahora, si me disculpan, me marcho a meterme un hostión contra él.
Pero antes me despido con las palabras finales de una de mis pelis de cabecera:
Jack Burton mira fijamente a los ojos de esa temible tormenta y dice: "Dime lo que quieras, tía, no me enfadaré”.
domingo, 5 de febrero de 2012
HAY QUE COMERSE A SECRETARIA#1
Cosas que uno aprende cuando se tiene que comer "tó el proceso" de preproducción, rodaje y postproducción de una peli:
Todos los personajes deben molar.
Suena a perogrullada, ¿verdad? "¡Pues claro, imbécil! ¿Ahora te das cuenta?", es lo que probablemente estéis pensando.
Pero - insisto - las cosas más obvias son, por definición, las más fáciles de obviar.
Que sí, que todos mimamos mucho a nuestro protagonista y a nuestro antagonista y a la madre que los parió. Que todos hemos leído - o hemos oído hablar - del manual de turno sobre "cómo construir personajes inolvidables de un búho que se ha llevado mi queso y vendió su ferrari porque no sabía ulular en una Harley."
Pero luego en el guión aparecen otro tipo de personajes, mucho más secundarios. Personajes mierdecillas. Son como los "paluegos" en una dentadura. Llegan a nuestro guión por razones meramente funcionales, porque el prota o el villano necesitan usarles como pared de frontón. Ya sabéis a qué clase de personajes me refiero: Esos que normalmente ni nos molestamos en bautizar con nombre propio, y acabamos llamándoles SECUAZ#1, CAMARERA#2 o POLI#3.
¿Por qué vamos a trabajar esos personajes? Salen poco, el peso de la trama no recae sobre ellos y en un sentido estructural tienen la misma importancia que la cortina de la ventana o la silla del fondo.
¿Por qué os recomiendo que hagáis molar a esos personajes, eh, por qué?
Pues por razones meramente egoístas.
Porque aunque sólo tardes veinte minutos en escribir las secuencias de SECRETARIA#1, aunque SECRETARIA#1 sólo salga cinco minutos en la peli, tú como director vas a tener que comerte a SECRETARIA#1 durante muchas horas... o incluso durante muchos meses.
Vale, has escrito el guión. Ahora están a punto de entrar en el proyecto un montón de cabronazos cuya labor es apuntalar detalles que a ti, con tu necesidad de mantener una visión global, se te escapan. Y esos cabrones empezarán a preguntarte: "¿Cómo viste SECRETARIA#1?" "¿Le ponemos a SECRETARIA#1 en la mesa un café o un té?" "¿Cuando SECRETARIA#1 pasa por ahí de fondo, tiene que sonar a zapatos de tacón o a sandalias?"
Y luego llega la actriz que interpreta a SECRETARIA#1 y te pregunta cómo tiene que decir su frase y qué se supone que tiene que sentir mientras la dice. Tú la miras intentando poner cara de póker... y como mucho consigues poner cara de Falamir Juegos. ¡Lo único que tienes que decir es "Le traigo su café, señor García"! ¡Tengo cosas más importantes en que pensar, hija de puta! Pero la culpa es tuya, gilipollas, por haber escrito un personaje cuya única misión es ser un mueble que habla y que le trae el café al señor García. No cuesta tanto ganarle la batalla a la comodidad y a la pereza, buscarle al personaje algo que sea gracioso, o significativo, o "retrato de la sociedad y toa esa mierda".
Convertir al personaje más anecdótico de tu historia en un pastelito al que poder hincar el diente.
Tu actor te lo agradecerá. Para él no es lo mismo acudir a tu rodaje para interpretar a OFICINISTA#1 que ir a ese mismo rodaje a interpretar a un OFICINISTA que sólo sale en una escena pero ¡menuda escena! En ambos casos le pagarás lo mismo, pero en el segundo caso, tendrás a un actor contento.
Y tener a los actores contentos en un rodaje implica calidad de vida (regla número uno: Contenta a los actores casi casi tanto como debes contentar a los eléctricos)
Es más: Los actores MERECEN que les tengamos contentos. ¡Cojones, ya! Si vas a pedirle a un profesional que madrugue y se desplace hasta el set de rodaje, asegúrate de proporcionarle una experiencia edificante. Y el resto de trabajadores, los que no salen ante las cámaras, también agradecerán poder volcar su trabajo - por muy técnico y mecánico que sea - sobre una materia prima interesante.
A lo mejor no he convencido aún a los más escépticos, así que voy a la carga con otra razón de peso:
El maldito proceso de postproducción.
En el mejor de los casos, puedes tirarte MESES montando y re-montando las secuencias en las que aparecen SECRETARIA#1 y OFICINISTA#2. Sus diálogos van a sonar en tu cabeza una y otra vez una y otra vez una y otra vez una y otra vez. Como una tortura nazi. Mientras seleccionas, editas, afinas, trimeas, capturas, recapturas, etalonas. Os lo digo (y os lo juro) por experiencia: Cuando los personajes te dan igual, cuando lo que dicen te provoca indiferencia porque en la peli eran puro trámite, resulta mucho más infernal sufrir esa exposición continua al mismo plano, a la misma reacción, a las mismas tres líneas de diálogo.
Y luego te toca visionar cincuenta veces tu película, buscando errores chorras. Y otras cincuenta veces en los festivales y "pre-estrenos" de turno. Es entonces cuando esos cinco minutos de personaje inane (esos que te has tenido que tragar un centenar de veces a lo largo de todas las fases del proyecto) se te hacen más interminables que el resto de la peli. ¡Pero qué cómodo fue quitártelos de en medio cuando escribías el guión, ¿eh?! ¡Ahora lo pagas!
Así que, desde la más humilde de mis subjetividades, lanzo este consejillo al aire: Si escribís guiones para otros - cosa difícil de conseguir en España - haced molar a SECRETARIA#1. Los directores os lo agradecerán. Y si escribís para vosotros mismos, haced molar a OFICINISTA#2. Vosotros mismos os lo agradeceréis.
Y si alguien os sale con eso de que es un error que todos los personajes sean reseñables porque eso puede distraernos de la trama y bla, bla, bla... decidle que se vuelva a ver "Uno, dos, tres" de Billy Wilder.
jueves, 2 de febrero de 2012
BIBLIOTECA NACIONAL (O BORGES EN LAS MAZMORRAS DE AZKABÁN)
Ahora que empiezo a asomarme con timidez al mundillo éste de las editoriales estoy descubriendo a muchos escritores interesantes, de ésos que rara vez encontraréis en los stands del Corte Inglés. Gente que anticipa desde el sótano, que no vende millones de ejemplares y aprovecha la libertad que implica eso para hacer experimentos (y no con gaseosa), gente como Vicente Muñoz Álvarez, Jose Ángel Barrueco, Esteban Gutiérrez Gómez, Noelia Jiménez, Francesco Espinoglio o Mario Crespo.
Por alguna extraña razón, casi nunca hablo de libros en este blog. Y eso es algo difícil de entender, porque los libros se están convirtiendo en la materia prima que amuebla gran parte de mi vida.
Como nunca es tarde para cambiar de hábitos, me he decidido a hablaros de la última novela de Editorial Eutelequia:
BIBLIOTECA NACIONAL, de Mario Crespo.
Decía Chesterton que los conceptos más poderosos siempre nacen de la paradoja y la contradicción. Biblioteca Nacional podría ser un buen ejemplo de ello. Sus virtudes florecen de esa tensión entre opuestos.
Porque es una novela desconcertante, pero acogedora.
Porque su estilo de redacción es accesible, pero elaborado.
Porque es una oda al fetichismo de la literatura impresa... y es una oda al cyberespacio, al universo digital, a lo que se avecina. Una cuerda de funambulista con el extremo izquierdo enganchado en la tradición y el extremo derecho enganchado en el futuro.
En Biblioteca Nacional he visto un eslabón perdido, un punto de inflexión, una profecía de la literatura que acecha a la vuelta de la esquina. Los escritores más minoritarios son los más libres a la hora de intentar anticiparse.
Las sensaciones que me deja esta novela de Mario Crespo son similares a las que me dejó en su día otra gran novela contemporánea: Vivir y morir en Lavapiés de Jose Ángel Barrueco. Son libros que intentan escapar de su prisión de papel. Desean aflorar. Conversar con el mundo y amalgamarse con él. A pesar de estar impresos - y de venerar a la literatura impresa - casi se diría que estos libros suplican que cada una de sus páginas sea una pantalla táctil. En ellos, aunque sea sólo de manera conceptual, hay memes, hipervínculos, alusiones a webs, a pelis, a personajes reales que, al ser mencionados ahí, empiezan a vivir de pronto dos existencias paralelas, a lo Fringe.
Del mismo modo en que resulta difícil adivinar cuál es el último átomo de nuestro cuerpo y cuál el primer átomo del resto del Universo, también resulta difícil establecer el límite entre lo que sucede a un lado u otro de las páginas de Biblioteca Nacional (un tabique de papel es, por definición, endeble).
Si realmente hay una puerta uniendo y separando al mundo digital y al mundo impreso, libros como Vivir y morir en Lavapiés y Biblioteca Nacional son su bisagra.
Leer la novela de Mario Crespo es casi como navegar por internet. Una ensalada POP, rollito post-moderno-Malasaña, pero en el buen sentido. Saltar de un tono a otro, de un género al siguiente, a la velocidad del cyberespacio. En las 150 páginas de Biblioteca Nacional nuestras neuronas saltan de Borges a Harry Potter, de Paul Auster a Dragones y mazmorras, de Pep Guardiola a JJ Abrahams, de Vila-Matas a Francisco Ayala.
Y si me conocéis medianamente bien, ya habréis deducido que os la recomiendo.
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