viernes, 28 de enero de 2011

EL TRASTERO DE LOS BITS


Concepto absurdo de hoy:

Como ya sabéis, esto que llamamos internet consiste en un montón de "servidores" conectados en red para compartir su información y hacerla llegar a nuestros ordenadores.

A veces nos olvidamos de que todos esos datos on-line no están flotando en un cyberespacio virtual e intangible. Toda esa información está guardada en gigantescos discos duros que existen físicamente, bien guardaditos en edificios reales.

Ahora imaginad un futuro cercano de ésos que tanto me gustan: La cantidad de información que necesitamos almacenar en servidores es cada vez mayor. Y ya empiezan a agotarse de manera alarmante las materias primas requeridas para construir los servidores (el plástico, el silicio, yo qué sé) o empiezan a escasear los metros cuadrados de espacio donde apilar esos gigantescos discos duros.

¡Pero internet necesita crecer! ¡Hay demasiada información suplicando ser compartida online!

¿Qué hacer?

El cerebro humano es el ordenador más complejo que conocemos hasta la fecha. Sus neuronas funcionan de manera similar a los ordenadores artificiales, comunicándose a través de iones de sodio y potasio. Cargas positivas y cargas negativas. Código binario. Ceros y unos.

También resulta que un cerebro humano es un disco duro con una capacidad enorme. Algunos calculan que podría albergar más de un millón de gigabytes.

"Servidores" humanos. He ahí la cuestión.

Empiezan a utilizar a las personas en coma como discos duros.

Dicen que sólo usamos el 10% de nuestro cerebro, ¿no? ¿Por qué no aprovechar el 90% restante? Sobre todo en los individuos comatosos. ¿Acaso se van a quejar?

Imaginad que os conectáis a este blog, o a cualquier otra página web, o a casi todo facebook... y toda esa información que llega a vuestra pantalla procede de un ser humano. Un disco duro de carne y hueso que en realidad está medio muerto. ¿No os produce un estremecimiento?

¿Y qué ocurriría con toda esa información si el individuo en coma muere? ¿Y qué ocurriría con todos esos datos si el comatoso se despierta?

Pero aún hay más:

¿Y si en esas regiones del cerebro que estamos invadiendo para "colgar" vídeos, imágenes, códigos de programación... son regiones necesarias para cocinar los sueños, los símbolos freudianos? ¿Cambiará la personalidad o la percepción del mundo de ese individuo según le utilicemos para almacenar videojuegos violentos, porno, fotos de viajes, datos de contabilidad?

¿Y si resulta que en todo ese 90% de cerebro no utilizado que estamos usando como servidor es la sede del inconsciente colectivo de Jung? ¿Y si, en cierto modo, eso ya era un servidor antes de que nosotros lo "formateáramos"? ¿Y si ahí estaban "subidos" a una red aún más crucial que el internet algunos de los arquetipos que todos los seres humanos necesitamos "poner en común" para percibir el mundo y sus leyes sagradas de manera homogénea? ¿Y si al quitar una información y poner otra estamos alterando esos arquetipos del inconsciente colectivo y, por lo tanto, introduciendo cambios drásticos en la manera de percibir el mundo de toda la especie humana? ¿Y si, en consecuencia - y en términos más pragmáticos - estamos alterando el Universo como tal?

Por otro lado, también hay quien dice que las personas en coma están en los umbrales de la muerte, con un pie en nuestro mundo y el otro aposentado en el más allá. Psicopompos. Cuando nos conectamos a esos servidores humanos, nos conectamos a seres que en parte son fantasmas. ¿Y si, a través de ese internet fantasmagórico llegan a las pantallas de nuestras terminales informaciones que no hemos introducido los seres humanos? ¿Y si, de repente, podemos acceder a información codificada que no procede de nuestro mundo de los vivos, sino del reino de los muertos?

2 comentarios:

Álvaro Loman dijo...

Joder, como mola el concepto. De absurdo nada.

Más bien es inquietante...

Sería divertido ver todas las contraseñas para cuentas privadas que tendría un comatoso al despertar. Los mafiosos los buscarían para volcar la información de sus cerebros en pendrives...

Anónimo dijo...

No he estudiado catequesis pero esto de lo que hablas ¿es lo que dicen esos señores que trabajan en una empresa que se llama Iglesia (S.A) que es el LIMBO?
Vaya... que estamos a viernes ¡¡amossh por diosss!!!!