Actualizo únicamente para que encontréis algo nuevo los que aún seguís pasando por aquí.
¿Por qué tengo esto tan muerto? Pues no lo sé. Creo que tengo el cajón de las palabras en un altillo del armario y me da pereza estirar la mano.
Mi vida la preside últimamente una cómoda rutina. Tan cómoda que me aletarga y me deja sin ánimos para hacer cosas de provecho. Incluso iniciativas como ir a cortarme el pelo (ayer) o ir a comprar el té (anteayer) me dan esas pereza que normalmente asociamos al trámite funcionarial, o a la visita al médico.
Tengo muy pocas cosas que contar, y el 99% de esas pocas carece de interés para el lector de un blog.
Llevo unos días queriendo hablar de 2012. Sigo indignado por cómo han desaprovechado en el guión de esa peli los auténticos filones. Aquí van unos consejos para la próxima peli, Emmerich:
1- Si en tu historia hay terremotos que abren grietas en la tierra, de esas grietas tienen que salir dinosaurios subterráneos que llevaban millones de años viviendo bajo la corteza terrestre, ahí, en plan bichos abisales.
2- Si un tsunami vuelca un trasatlántico, es lógico pensar que las corrientes de convección que han provocado los maremotos también han despertado a los kraken de sus siestas y los han hecho subir a la superficie. ¿Qué te costaba meter un tentaculito asomando entre las olas gigantes para destrozar el barco?
3- Si tienes una secuencia en la que los protas descienden por el Himalaya en un cochazo cual si de un trineo se tratase, recuerda esa palabra: HI-MA-LA-YA. ¡Es obvio que ese coche tendría que esquivar yetis asesinos! ¡Joder, Roland! ¿¡Es que hay que explicártelo siempre todo!?
Queremos más monstruos y menos personajes diciendo "te quiero". Más cangrejo gigantes y menos post-clímax innecesarios de treinta minutos.
Pero a pesar de lo que pueda parecer, disfruté como un enano con 2012. Y lo mejor de la peli (como ya me habían advertido) es el powerpoint con el que Woody Harrelson intenta explicarnos el guión.
Y poco más. "Video killed the radio star", "el D.J mató a la estrella del pop" y Facebook mató al usuario del blog. Desde que la gente cuenta su vida en tres palabras actualizando su estado del facebook, los blogs empiezan a entrar en decadencia. Ahora el blog es ese enorme dinosaurio, lento y torpe, incapaz de competir con esos bichejos breves, dinámicos... que se meten por resquicios en los que el blog no cabe.