sábado, 16 de enero de 2010

CUANDO EL AMOR LLEGA ASÍ DE ESTA MANERA, UNO NO TIENE LA CULPA...

Sé que ella es demasiado para mí. Jamás aspiré a tanto. ¿Soy digno de semejante bellezón? Probablemente no. ¡Ni en el más iluso y temerario de mis sueños! Pero una cosa no se me puede negar: ME LA HE GANADO A PULSO.

Porque esta historia de amor no es algo nuevo. Viene de largo, os lo aseguro.

Me cruzaba con ella cada día, cuando iba hacia el trabajo... cuando volvía del curro.

Era preciosa. Pero bastaba mirarla de reojo para llegar a la conclusión de que Dios la había diseñado para alguien muchísimo más digno que el fantoche que escribe estas palabras.

Los que conocéis mi forma de latir en esta clase de situaciones lo sabéis: Esta zorra no es mi tipo. Es más alta que las que me suelen gustar. Más objetivamente guapa. Más sofisticada. De más buena familia. "Excesivamente" buena...

La tentación de cortejarla, al principio, se redujo a un picor molesto y leve en el rincón más titubeante de mi alma. Pero una jornada laboral es algo gris, y si la ves a ella cada vez que vas o vuelves del trabajo... se te meten un centenar de ideas locas debajo del sombrero... y cierto día, el día más insospechado... sales a la calle con el humilde propósito de sacar la basura, pero llevas suficiente dinero en el bolsillo para poder pagarla...

... para poder pagar el precio de una tan cara como ella...

Os juro que nunca he pagado tanto por ninguna. Jamás pagué ese dineral por una figura. Pero siempre hay una primera vez:





Es preciosa, ¿¡Verdad!? ¡Mirad ese morrito afilado! Esas escamas tan bien detalladas. ¡Ese cuerpazo! Quizá necesite algún que otro masaje en la espalda, pero ese espinosaurio está de suerte. Me encanta dar masajes.

Nuestros comienzos han sido un poco accidentados. La pobre estaba en el extremo más inaccesible del escaparate. La dependienta ha tenido que hacer auténticas labores de contorsionismo para poder sacarla de su vitrina. Incluso me vi obligado a dejar propina para agradecer tanto esfuerzo.

Sé que nuestra unión va a ser problemática. Creo que mi habitación le resulta pequeña. Creo que mis demás amigos prehistóricos no la aprueban, porque le tienen envidia; porque creen que fijándome en ella he perdido el norte y he traicionado mi esencia. Por alguna estúpida razón no confían en que pueda combinar mi veneración hacia ella con mi cariño incorruptible hacia ellos.

Y por no hablar de la cuestión geográfica. Tarde o temprano tendré que mudarme a algún otro lugar, y no será fácil llevarla conmigo sin renunciar a ciertas cosas... (cosas como más espacio en mis maletas)

Pero qué queréis que os diga... El amor es ilógico, impredecible y más cabrón que un gremlin alimentado después de medianoche.

Y pensar que yo siempre soñé con un tiranosaurio... Pero la vida transcurre por carreteras sinuosas y héteme aquí. ¡Zaass! Enamorado de un puto espinosaurio.

Pero la vida es así. Ya tengo a unos cuantos tiranosaurios en mi curriculum. Y los adoro. Pero ninguno le llegaba a las suelas de los espino-zapatos a esto:

9 comentarios:

la tumba sin nombre dijo...

Que guaaapa... La miro con deseo y lujuria.

Juanjo Ramírez dijo...

Yo miro con deseo y lujuria cierto archivo tuyo que tengo en mi carpeta de recibidos desde hace un par de días, y que mañana (si no surgen incidencias) espero poder devorar ;)

(y ya sabes que los únicos bichos de mi colección que pueden competir con esto - aunque sea en minuciosidas - son todos regalos tuyos ;)

Gonzalo Visedo dijo...

eso es amor, lo demás tonterías

Kike dijo...

¡¡Que bonito romance!! He llorado y todo...

Pal dijo...

JAJAJAJJAJA estás jodidamente loco.
¡Y vives en Cuéntame!! (adoro esos azulejos)

Juanjo Ramírez dijo...

Gonzo: Amen!

Kike: Sabía que tú lo apreciarías ;)

Pal: Es que la casa entera es de la época de Cuéntame! Deberías ver los interruptores! ¿¿Qué me dices de mi espinosauria?? ¿A qué es lindíiisimaaaa!!?

la tumba sin nombre dijo...

¡Exijo una foto de los interruptores! ¡¡YA!!

Pal dijo...

Totalmente de acuerdo con La Tumba. En cuanto a tu nueva chica, no esperaba menos de ti! (aunque te confieso que por un momento he pensado "este se ha ido de putas y nos lo va a contar aquí!")

Hoy he hecho una locura (otra). A este paso no sé si el 2010 va a ser el año de mi vida, pero emocionante va a ser un rato te lo digo yo.

Juanjo Ramírez dijo...

César: ¡Marchando esas fotos!

Intrusa: ¡Qué poco me conoces! Creo que nunca se me ocurriría irme de putas. No por cuestiones "morales", sino por un temor casi neurótico a las enfermedades de transmisión sexual. ¿¡Qué locura habrás hecho!? ¡Intrigado me tienes!