UN MICROTEATRO:
TOÑO
y ARACELI entran a la habitación camuflados entre el público de la función. En
el trayecto de bajada hacia el espacio escénico improvisarán, comportándose
como lo haría cualquier pareja normal que acude al Microteatro.
Una
vez están todos en la sala, transcurren unos segundos sin que aparezca nadie.
ARACELI mira el reloj, mosqueada. TOÑO parece nervioso, como si se sintiese
responsable del retraso. Empiezan a hablar, de manera muy coloquial, y bajito,
como si no quisiesen hacer partícipes a los demás espectadores.
ARACELI
(a
Toño)
¿Es normal que tarde tanto esto?
TOÑO
Yo qué sé. Normalmente no...
(si algún espectador se une a la
conversación, improvisarán conversando con él o ignorándole, según el caso)
ARACELI
parece cada vez más mosqueada, impaciente.
TOÑO
(con
risilla nerviosa)
Habrán tenido una urgencia. Aquí entre
que subes al baño y bajas, con la de gente que hay...
ARACELI
¿A qué hora era lo de Josemi?
TOÑO
se encoge de hombros. ARACELI vuelve a mirar el reloj.
ARACELI
Ya llegamos tarde... Mira que te lo
dije...
TOÑO
Que no ha pasao ni un minuto Araceli,
joder...
ARACELI
(interrumpiendo)
¿Te lo dije o no te lo dije?
TOÑO
Tampoco es plan de llegar los primeros.
Te digo yo lo que va a pasar si llegamos a la hora: vamos a estar nosotros dos
solos con Josemi, como idiotas. Que en todos los cumples pasa lo mismo...
ARACELI
Vale, lo que tú digas.
TOÑO
Aracel...
ARACELI
(interrumpiendo)
No, no... Lo que tú digas.
TOÑO
Si no querías venir a esto, haberlo
dicho y...
ARACELI
¡Pero si más claro no te lo he podido
decir, Toño! ¡Si tú ya sabes que a mí las moderneces éstas me ponen de los
nervios! ¡Que si trago es por lo pesao que te pones!
TOÑO
No me pongo pesao. Si no te apetece, se
habla y...
ARACELI
(interrumpiendo)
¡Que sí, Toño! ¡Que te pones pesao! ¡Y
cuanto más lo hablamos, pues más pesao!
TOÑO
A ver, dime cuántas veces te he
insistido yo pa venir aquí. ¿Dos, como mucho?
ARACELI
Que no es sólo la mierda ésta, Toño...
que es todo en general. Si a veces hasta creo que sigo contigo por pesao que te
pones.
ARACELI
se calla, como si de repente fuese consciente de haber dicho algo inapropiado.
TOÑO parece anonadado, y bastante dolido.
TOÑO
Ahí te has pasado tía...
ARACELI
(sin
mirarla, casi sin creérselo)
Lo siento.
TOÑO
No digas “lo siento”, joder. Esto hay
que hablarlo, no puedes dejarlo así...
ARACELI
Ya lo hablamos en casa, ¿vale?
TOÑO
Ya, y voy a estar todo el cumple con la
movida en la cabeza, ¿no? ¡Y que me tire toda la noche hablando con la gente,
como si no pasara nada!
ARACELI
Que lo siento, ¿vale?
TOÑO
Pero qué has querido decir, ¿que si por
ti fuera me dejabas o qué?
ARACELI
¡Que paso de hablar del tema, joder!
Que el problema contigo es eso siempre, que todo hay que hablarlo y
argumentarlo... ¡La vida no es un puto debate, Toño!
TOÑO
Pe...
ARACELI
(interrumpiendo)
Que sí, vale, que somos personas
maduras, que las cosas hay que razonarlas... pero al final, ¿quién gana? ¡El
más pesao!
TOÑO
Que esto no es cosa de ganar o perder,
Araceli...
ARACELI
Ya, ¿entonces por qué siempre de “lo
hablamos” acabamos yendo al restaurante que tú quieres? ¿Por qué vemos más a
tus amigos que a los míos, o, o... acabamos aquí?
ARACELI
hace un ademán señalando la habitación.
TOÑO
No seas injusta, cari... Dime UNA sola
vez que te haya obligado a hacer algo. ¡Sólo una!
ARACELI
¿Ves?
TOÑO
Lo hacemos siempre de común acuerdo.
Todo de común acuerdo.
ARACELI
¿Lo ves? ¡Pesao! Que no sepa defender
mi postura o que te dé la razón por puro cansancio, no quiere decir que esté contenta
con la desición.
TOÑO
Pues eso se habla y...
ARACELI
¡Si es que me estás dando la razón,
Toño! “Pues se habla”, “pues se habla”... pa que tergiverses mis palabras, ¿no?
Así ganó unas elecciones Hitler...
TOÑO
Coño, Araceli, no metas a Hitler en
esto...
ARACELI
¡¡Que estoy hasta los ovarios, Toño!!
¡¡Estoy hasta los ovarios de que haya que hacer siempre lo que tú quieres!!
¡Que me da igual tener la razón o no! ¡Estoy – hasta – los – ovarios – de ti!
TOÑO
Cálmate un poquito, ¿no? Que hay
gente...
ARACELI
¡Me da igual la gente! La gente ésta no
la he elegido yo. Quédate tú aquí con ellos, viendo teatro cutre. ¡Yo me voy a
lo de Josemi, y voy a llegar puntual porque me voy a ahorrar esta puta mierda!
Ven tú más tarde si te sale de los huevos, pero NO como pareja mía...
TOÑO
Cari...
ARACELI
Tranqui, ya me encargo yo de decirles
que hemos roto, que sé que a ti esas cosas te cuestan... Y total, Josemi es más
amigo mío que tuyo.
ARACELI
se dirige hacia la salida. TOÑO la agarra del brazo. Esto sirve para que la
pareja se separe un poco más del resto del público.
ARACELI
¡Suéltame, Toño! Suéltame.
TOÑO
Ok, nos vamos ya, ¿vale? Que le den al
Microteatro. ¿Eso es lo que quieres?
ARACELI
No es sólo eso, Toño... Saltándote una
obra de teatro no vas a arreglar nada. Mañana estaremos igual...
TOÑO
la coge por los hombros.
TOÑO
A ver, Araceli, mírame... Mírame.
Ella
le mira, aún enfadada.
TOÑO
Pídeme lo que sea, ¿vale? Dime qué
quieres que haga por ti y yo lo hago. Tal cual. Sin hablarlo, sin argumentar
nada...
ARACELI
¿Lo que sea?
TOÑO
asiente. ARACELI, poco a poco, adopta una expresión ambigua e inquietante.
ARACELI
¿Sin hablar, ni razonar, ni argumentar,
ni leches?
TOÑO
asiente.
ARACELI
Vale.
ARACELI
acerca sus labios al oído de TOÑO y le susurra algo. Conforme lo escucha, TOÑO
se queda casi como en estado de shock.
TOÑO
Araceli, joder... que yo hablaba en
serio.
ARACELI
Y yo. Lo he estado pensando desde la
semana pasada. Vamos, que no se me ha ocurrido ahora...
TOÑO
¿Quién cojones piensa en algo así? Y,
y... qué ganas tú con eso, Araceli... ¿Te excitan esas cosas o...
ARACELI
No, Toño. La cuestión no es disfrutar
yo. Es un símbolo. Una prueba de que eres capaz de tragarte tu orgullo. Que las
palabras luego se las lleva el viento...
TOÑO
se lo piensa unos segundos.
TOÑO
Venga, vale... Cuando llegamos a casa,
si no se te ha pasado esta locura...
ARACELI
(interrumpiendo)
En casa no. Lo vas a hacer ahora. Aquí.
TOÑO
Pero...
TOÑO
señala a la gente del público, y a la puerta, como si en cualquier momento
pudiese entrar alguien por ella.
ARACELI
Es un símbolo, Toño. O te humillas como
me he estado humillando yo en esta relación desde que...
TOÑO
(interrumpiendo)
¡Araceli! Si te sientes humillada por
no llevar la razón, lo hablamos tranquilamente, lo discutimos... Pero sacarme
la chorra delante de esta gente y empezar a...
ARACELI
(interrumpiendo)
Que no, tontooo... No hace falta que te
la saques aquí. Tampoco soy tan bestia... Te lo he traído yo.
ARACELI
empieza a rebuscar en su bolso. TOÑO no da crédito.
TOÑO
Araceli, no me jodas...
ARACELI
(mientras
rebusca)
Ya te he dicho que lo llevo preparando
toda la semana. Iba pedírtelo en casa de Josemi, cuando tuviésemos intimidad...
en el baño, o en las escaleras... Pero ahora te vas a joder, por prepotente.
¡Aquí está!
ARACELI
saca del bolso un frasco transparente que está lleno de un fluido que parece
semen.
TOÑO
¡Pero cómo me voy a tragar eso! ¿Aquí?
¡Un respeto a toda esta gente, Araceli, por favor!
ARACELI
Esta gente es libre y vive en un país
libre. Si no quieren verlo, que se marchen. Y tú, si me respetas, ¡hala! A
demostrarlo con hechos.
ARACELI
mira desafiante a TOÑO, mientras le entrega el frasco del semen. TOÑO mira el
frasco, mira a ARACELI. Tiene dudas. Parece colapsado.
TOÑO
¿Y qué haces tú con todo este...?
Quiero decir, ¿de dónde has sacado...
ARACELI
Desde la semana pasada, cada vez que lo
hemos hecho, cada vez que me iba a tirar el condón al cubo de los plásticos...
pooorque habíiiiamos argumentado que íbamos a reciclaaaarlos... vaciaba el
contenido en este bote. Poquito a poquito, como las hormigas. ¡Y date prisa,
que al final llegamos tarde a lo de Josemi y todo!
TOÑO
está alucinando. Finalmente intenta destapar el frasco. Le tiemblan las manos.
ARACELI sonríe levemente. TOÑO se acerca el frasco a la nariz.
TOÑO
Huele a látex rancio, joder...
ARACELI
se encoge de hombros. Lentamente, y haciendo de tripas corazón, TOÑO se lleva
el frasco a los labios, tímidamente.
ARACELI
De un trago.
TOÑO
se detiene. Cierra los ojos. Toma aire... Y se bebe el contenido de un solo
trago. Experimenta una arcada, se convulsiona... y de repente su expresión
cambia. Algo le rechina. De repente, su expresión pasa del asco a la sospecha.
ARACELI sonríe de manera extraña, leve...
TOÑO
Este semen no es mío.
ARACELI
¿Estás seguro?
TOÑO
¿De qué conoces a Alberto?
ARACELI
(ligeramente
divertida, cruel)
No sé, ¿de qué conozco a Alberto?
TOÑO
¿Dónde has conseguido semen de Alberto?
ARACELI
Pues como se consiguen las cosas fuera
de nuestra relación: pidiéndolas por favor...
TOÑO
¿Desde cuándo lo sabes?
ARACELI
¿Qué importa eso?
TOÑO
¿Cómo te has enterado?
ARACELI,
que ha sacado su smartphone del bolso, está tecleando en la pantalla.
Finalmente le muestra lo que hay en esa pantalla a TOÑO, que recibe la
información con una resignación fatalista.
ARACELI
(leyendo
en la pantalla del móvil)
“Ventiuna Edición del Torneo Nacional
de Catadores de Semen.” A ver... dónde estaba... Aquí: “Dinámica del concurso.
En una primera fase preliminar, los concursantes probarán el semen de cien
hombres distintos. Cada muestra llevará el nombre de su propietario. En una
segunda fase, el concursante, con los ojos vendados, será expuesto a una
segunda muestra, perteneciente a uno de esos cien hombres...”
TOÑO
se muestra cada vez más alterado conforma la escucha. Finalmente, estalla:
TOÑO
(interrumpiendo)
¡Basta! ¡Está bien, lo confieso! ¡Soy
campeón nacional de cata de semen! ¿¡Y qué!?
(señala
el frasco ya vacío)
¡Y nunca en la vida olvidaré el sabor
de Alberto! ¡Nunca! ¡Ni distorsionándolo con el retrogusto del condón!
(evocador)
Porque gracias a acertar ese sabor...
gracias a ese matiz como de canela rancia... por primera vez pude sentir que
era alguien en la vida...
ARACELI
¿Te das cuenta ahora? Por eso lo maquillas
todo con palabras y con discusiones enrevesadas, Toño... ¡para huir de ti
mismo! ¡Para vivir en una jodida mentira!
TOÑO
Pero eso se ha terminado, Araceli...
¡Se acabó esconderme! ¡A partir de ahora lo pienso gritar a pleno pulmón! ¡¡Que
se entere todo el mundo!!
(al
público)
¡¡Me encanta beber semen!! ¡¡Y soy el
puto amo haciéndolo!! ¡¡Podría tragarme la lefa de cualquiera de vosotros y
dentro de diez años volvería a reconocerla!! ¡¡Porque - soy - un - crack!!
A
ARACELI se le humedecen los ojos. Parece a punto de llorar.
ARACELI
¡¡Sigues mintiendo!! ¡¡Mentiroso!!
¡¡¡Mentiroso!!! ¡¡¡¡Mentiroso!!!!
TOÑO
contempla a ARACELI, avergonzado, incómodo. ARACELI se sosiega un poco y, aún
con lágrimas en los ojos, continúa de manera más calmada:
ARACELI
Porque ocultar también es mentir... Y
tú sigues ocultando algo importante...
TOÑO
Dime...
ARACELI
vuelve a leer en su móvil.
ARACELI
“El ganador recibirá un premio de
quinientos mil euros”. ¿Dónde están esos quinientos mil euros, Toño? ¿¡Me estás diciendo que llevamos todos estos
años sin permitirnos un puto capricho, pagando una hipoteca, y tú tienes
quinientos mil euros en el banco!? ¿¡¡Me estás diciendo que llevamos cuatro
meses en paro y tú tienes quinientos mil euros en el banco!!?
TOÑO
¡¡No!! ¡No los tengo en ningún puto
banco!
ARACELI
¿¡Entonces dónde están, Toño!? ¿¡Qué
hiciste con ellos!?
TOÑO
adopta una expresión evocadora, quizá un poco triste.
TOÑO
Está bien... Voy a hablarte de Sasha...
ARACELI
¿Quién es Sasha?
TOÑO
Un niño... un pequeño ruso de diez años
que se moría de hambre a miles de kilómetros de distancia, en los barrios bajos
de Taganroc... O al menos era un niño la primera vez que vi su foto, hace
algunos años... El día que lo apadriné. Para mí no era tanto sacrificio... Sólo
doce euros al mes, nada del otro mundo... Puede que fuera egoísmo. Doce euros
mensuales para acallar mi conciencia. Sale barato, ¿verdad? Pero poco a poco...
me fui encariñando con el crío...
ARACELI
se va conmoviendo más y más conforme le escucha.
TOÑO
Los problemas de ese pequeñín me
pesaban más que los míos... Pasaron los años, y cada vez le enviaba más y más
dinero. Llegó un momento en que metía casi todo mi sueldo en un sobre rumbo a
Rusia... y aun así sentía que no era suficiente. ¡Tenía que sacar al pequeño
Sasha de aquel agujero de pobreza!
(se
le saltan las lágrimas)
Los inviernos en Rusia son tan fríos...
Tenía que buscar el modo de conseguir más dinero... Una cantidad insultante de
dinero para el pequeño Sasha... Fue entonces cuando vi el anuncio, Araceli...
La oportunidad de ganar quinientos mil euros de golpe, haciendo lo único que he
sabido hacer bien en la vida... ¡distinguir el sabor de una corrida entre cien!
ARACELI
empieza a llorar. TOÑO quiere abrazarla, pero ella le repele.
TOÑO
Le envié aquellos quinientos mil euros
al pequeño Sasha, y tras eso... desapareció de mi vida. Sin un adiós, sin un
teléfono al que llamar, sin una dirección a la que escribir, sin dar las
gracias...
ARACELI,
aún llorando, y sin atreverse a mirarle, comienza a hablar:
ARACELI
Eso me recuerda a otra historia,
¿sabes? También sucedió hace tiempo... La historia de un niño descalzo en las
calles más inhóspitas de Rusia. Un niño solo, perdido... Y de repente, un
extranjero lejano que ni siquiera le conoce... le ayuda, sin exigir nada a
cambio... Eso es amor. Y al amor se responde con amor... Aquel niño se enamoró
de su benefactor... empezó a desearle con toda su alma... y con toda su
carne... Cierto día, ya de adolescente, aquel pequeño recibió una cantidad
enorme de dinero, así que...
TOÑO
Araceli...
ARACELI
¡Así que lo invirtió en una operación
de cambio de sexo, en un billete para España, en unas lecciones de español!
TOÑO
¡Araceli!
ARACELI
¡¡En cualquier cosa que fuera
necesaria... para entrar en la vida de su amado!!
TOÑO
¡¡Araceli!!
ARACELI
¡¡Yo también he vivido en una mentira!!
¡¡Pero ya no aguanto más, Toño!! ¡¡Necesito estallar!!
TOÑO
¡¡¡Araceli!!!
ARACELI
Yo no me llamo Araceli, amado mío...
¡¡¡Me llamo Sasha!!!